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Ya estamos de vuelta en todo: casi la 'nueva normalidad', el verano y la Eurocopa de fútbol, con su disminución de público in situ, pero con idéntica emoción. Yo también estoy aquí, dispuesta a contar y preparada para aprender cosas, que cada vez que hago ... de cronista futbolera, aprendo una cosa más.
En fin, perdónenme este inicio tan convencional y vayamos al grano. De lo primero que me informé es de las polémicas previas al campeonato, porque eso sí me lo sé muy bien: las polémicas son el alma auténtica del fútbol. Para empezar resulta que queríamos que los jugadores de nuestro equipo fueran viriles, pero nos salieron víricos. ¿Vacunar, no vacunar? Polémica muy actual. Se habló en un momento dado de poner en el campo a una selección de sub 21 si los titulares de la selección estaban todos infectados de Covid. Me hubiera encantado: sangre nueva, posibilidad de sacar conclusiones jugosas si llegaban a ganar el campeonato… Ante esa posibilidad dejé volar mi imaginación. ¿Y si los titulares del sub 21 estuvieran también atacados por el virus? ¡Ah, en ese caso hubiera sido perfecto sacar al campo a una selección femenina! Es una opción un tanto osada, pero dada la poca expectación internacional que ha suscitado nuestro equipo, eso nos hubiera significado y nos hubiera dejado en buen lugar ante el movimiento mundial en pro de la igualdad de géneros. Otra polémica que ha levantado polvareda es que no se hayan incluido en el grupo a jugadores del Real Madrid. Puede ser una decisión puramente profesional, aunque ya hay conspiranoicos que lo interpretan como un desaire a la presidenta Ayuso, que es como la estatua de la Libertad, con el único inconveniente de que habla. Yo lo descarto por improbable.
Tras las polémicas previas llegó el primer partido. Lo vi enterito. Los suecos eran como una bandada de canarios amarillo chillón que estaban por todas partes e incordiaban, aunque sin lograr ni un solo trino que valiera la pena. Nuestros muchachos tuvieron ocasiones, pero desde mi punto de vista les faltó arrebato pasional. Luis Enrique, muy nervioso. Siempre tiene el aire de acabar de salir de una gripe, y eso ayer se incrementó. El árbitro debió estar muy bien, porque nadie lo ha puesto a parir. Luego me entero de que también es polémico porque en su país estuvo detenido por tráfico de armas y drogas, aunque liberado sin cargos después. ¡Tened cuidado, chicos de la selección, que todo son conflictos en el fútbol! Iba decir que volváis a casa lo antes posible, pero dado lo que eso significaría, mejor aguantad lo más que podáis.
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