España se queda sin velocidad

Un terreno de juego 'regadito' para dar la velocidad que el juego de España necesita, y con esa velocidad, balones cruzados y disparos desde fuera del área poco a poco se fue definiendo el estilo.

Y así, poco a poco, el portero sueco con sus paradas dejó claro que no sería sencillo y menos si, como es habitual en los rivales de España, estos se cierran atrás, pese a la lucha de Morata con los centrales que no culminaba en aquello que es la esencia del fútbol; el gol.

De alguna manera, diría que lo que más me llamó la atención es ver en esta España algunos detalles que vimos en el Barcelona de Luis Enrique.

La segunda parte, de nuevo con el detalle del riego de la hierba para seguir ofreciendo esa velocidad en el movimiento del balón que se necesita para romper el cerrojo sueco, no cambió el panorama. Fue un calco de la primera parte, con un ligero detalle. Suecia comenzó a estirarse y a buscar una contra que pillara a España con el paso cambiado, algo de lo que se encargaba con conocimiento de la materia Isak, poniendo en práctica muchas de las cosas que ha demostrado en la Liga.

Y, por mucho que Olmo o Koke se adelantaban, no llegaba un gol que planeó por la portería de España como un aviso a navegantes. Y mientras Morata, lamentablemente, no tenía su día, el césped se comenzó a erigir como el protagonista, quitando velocidad al juego de España al tiempo que complicaba el control del balón.