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Kylian Mbappé se marcha de la Eurocopa con las manos vacías, la nariz fracturada que debe ser operada, la sensación personal de «fracaso», dudas sobre su capitanía en Francia y dando mucho más que hablar sobre su alegato político para frenar a la extrema ... derecha que por sus actuaciones sobre el césped. Es la segunda Eurocopa que se le escapa con más pena que gloria, ya que en la anterior 'Les Bleus' fueron apeados por Suiza en octavos y Mbappé falló el último penalti de la tanda.
Con dos goles en un pispás para sellar una remontada de campeonato, La Roja desenmascaró bajó el calor sofocante de Múnich a la supuesta granítica selección gala del cuestionado Didier Deschamps. Y dejó a Mbappé sumido en el momento más bajo de su carrera. Un problema días antes de ser presentado como nuevo jugador del Real Madrid, con todos los honores, hasta 2029. Cinco cursos en los que percibirá un salario que quita el hipo: 14 millones de euros netos al año más una prima de 30 millones, menos en todo caso de los 72 kilos que percibía en el PSG, según Radio Montecarlo.
«Mi competición ha sido un fracaso. Quería ser campeón de Europa y no lo hemos sido. No estuve bien y me voy para casa, así es el fútbol. Hay que seguir adelante. No tengo ningún problema físico o psicológico, pero ha sido un año largo y me vendrán muy bien las vacaciones. Tengo que descansar y después de eso me voy a por una nueva vida», reflexionó el franco-camerunés en las tripas del imponente Arena de Múnich. Una confesión horas después de que el ex del Barça y de la selección gala, Emmanuel Petit, le acusase de «no ser digno de un capitán» por no asumir su rol de líder ni cargarse el equipo sobre los hombros.
Mbappé se va de Alemania tras haber participado en cinco encuentros -descansó por precaución ante Países Bajos en el segundo partido de la primera fase-, solo un gol anotado, y de penalti ante Polonia, y un par de asistencias. Ha intentado 24 disparos, de ellos solo nueve a puerta. Frente a España, comenzó siendo un quebradero de cabeza para Jesús Navas y dio el estupendo pase de gol a Kolo Muani, pero luego resultó intrascendente. No buscó más al veterano jugador sevillano, pese a su enorme diferencia física y a que Navas estaba amenazado por una tarjeta. En la segunda mitad, tampoco fue decisivo cuando llegaron los cambios y ejerció de ariete. Su acción más reseñable, un disparo alto desde la frontal.
Consumada la caída en semifinales, explicó por qué compareció ante España sin mascarilla a pesar de que en la víspera Didier Deschamps comentó que debía acostumbrarse a jugar con la protección durante semanas e incluso meses. «Hablé con el doctor y me dijo que podía hacer lo que quisiera», zanjó Mbappé. El nuevo jugador merengue ya comentó tras el choque ante Bélgica que competir con la máscara le produjo una «sensación absolutamente horrible». Le ardía la cara, se le acumulaba el sudor y le limitaba la visión, dificultades que junto al agotamiento y unos dolores de espalda le llevaron a pedir el cambio en el descanso de la prórroga ante Portugal.
El balance de Mbappé está en la misma línea que la de su selección y mejor incluso que el de Antoine Griezmann, desaparecido en combate y suplente ante España por primera vez en la fase final de un gran torneo desde 2014. «No pongo excusas, pero hay varios jugadores que no pudieron competir al cien por cien; aun así hemos llegado hasta las semifinales y caído ante un gran rival», resumió Deschamps. Francia está de vuelta con solo dos triunfos, por la mínima frente a austriacos y belgas, dos goles anotados en propia meta por Wöber y Vertonghen, y solo uno en jugada, el de Kolo Muani a España.
Mbappé ha dado mucho que hablar en el torneo, pero no por marcar diferencias sobre el verde. Primero, trascendió su guerra abierta con el PSG, al que reclama nada menos que 100 millones de euros en concepto de salario y primas no percibidas. Luego, ante el ascenso de la ultraderecha, utilizó el altavoz de la Eurocopa para cargar contra el partido de Marine Le Pen y hacer un llamamiento para que la ciudadanía acudiese a las urnas.
«Estamos en un momento crucial en la historia de nuestro país, una situación sin precedentes. Debemos poner las cosas en perspectiva y tener un sentido de nuestras prioridades. Creo que somos una generación que puede marcar la diferencia. Hoy podemos ver claramente que los extremos están en las puertas del poder y tenemos la oportunidad de elegir el futuro de nuestro país. Por eso, hago un llamamiento a todos los jóvenes para que vayan a votar», reclamó Mbappé. Un alegato que ha surtido efecto, vistos los resultados favorables al Nuevo Frente Popular en la segunda vuelta.
Con el balón ya en juego, en el tramo final del estreno ante Austria intentó un remate de cabeza e impactó frente al hombro de Kevin Danso. El resultado, traslado de urgencia al Hospital Universitario de Düsseldorf, conmoción cerebral y fractura de los huesos propios de la nariz. Lío sobre si se operaba o no, alta, regreso a los entrenamientos, descanso por precaución ante los Países Bajos y vuelta a la competición con mucho ruido mediático, debate permanente sobre la mascarilla, y pocas nueces. 'Au revoir'. Mbappé ya solo piensa en cambiar el chip. La mente en blanco.
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