El fortín magiar frena a la campeona del mundo

Han sido nada menos que siete años de ausencia. Siete años durante los que ganó cuatro Ligas de Campeones con el Madrid, pero durante los que el tóxico ambiente generado por el episodio de extorsión a Valbuena -le exigián un pago por no difundir un vídeo sexual suyo- le dejó fuera del combinado galo. El caso ha permanecido congelado, pero no se ha cerrado, y generó un conflicto en la selección francesa protagonizado por dos futbolistas que mantenían hasta entonces, hasta que Benzema le recomendó pagar, una muy buena relación. Cuando se descubrió que el presunto responsable del chantaje era un amigo de la infancia de Benzema, Karim Zenati, el asunto se puso peor para el delantero, por más de que el propio Zenati insistiera en la inocencia de su amigo. El caso es que Deschamps dejó de convocarle e insinuó que no volvería a hacerlo. Hasta ahora.

Cerca de cumplir los 34 años, el de Lyon afronta la que es probablemente su última oportunidad de ganar una gran competición. El primer paso es la fase final continental, en la que ha debutado como titular, aunque con algunas dudas. Jugó 88 minutos antes de ser sustituido. Hungría es ahora su nuevo objetivo y lo de esta tarde es para él algo más que un partido de fútbol.

Es difícil pensar si Hungría ofrecería el mismo rendimiento jugando en un estadio semivacío, pero

Han propuesto un partido físico y loco a la campeona del mundo y en los primeros quince minutos han tenido bajo su dominio a Francia, que ha tenido que resistir las acometidas de un equipo que ha jugado en volandas respaldado por su afición. Después las aguas se han calmado para respiro de los franceses y la lógica ha empezado a imponerse. Mbappé, Griezmann y Benzema llegaban con frecuencia al área defendida por Gulacsi, clave en el punto que han logrado los suyos. En el descuento de la primera parte Fiola se ha desmarcado para recibir un pase al espacio de Sallai, batir a Lloris por debajo y desatar el éxtasis en Budapest.

Francia, a pesar de dominar el juego, no ha llegado con excesivo peligro y la defensa húngara no ha transmitido agobio por lo que se le podía venir encima. Dembélé ha entrado para desbordar, pero a la media hora se ha tenido que retirar lesionado, y ha sido Mbappé, que ha tenido infinidad de ocasiones, el que ha centrado en el 66 para que el balón quedara muerto en el área tras un rechace y Griezmann rematara e hiciera el empate a uno, resultado que ha llegado hasta el final. Varane ha tenido un cabezazo para lograr la victoria sobre la bocina, pero se ha ido alto.

En la última jornada del grupo F Hungría dejará su querido Puskas Arena para jugar ante Alemania en el Allianz Arena de Múnich, mientras que Francia y Portugal se medirán en Budapest. Los dos partidos serán el miércoles a las 21.00 horas.