Y el domingo, con Islandia

     Es impresionante el logro de haber llegado a cuartos del minúsculo país del norte. En él habitan menos personas que en la ciudad de Valladolid, escasas 300.000 personas (y el doble de ovejas). En términos económicos, su selección es inferior en valor a todos los equipos de la Primera División con excepción de Las Palmas y el Rayo, apenas 45 millones de euros. Es imposible no sentir empatía por un grupo de personas tan humilde y esforzado que ha dado una gran sorpresa en esta competición. Tanta, que el encuentro ante Inglaterra congregó al 99,8% del país ante la televisión. Suponemos que el 0,2 restante correspondería a los guardias de tráfico que les seguirían por la radio. Y si todo eso no les ha parecido suficiente para animar a Islandia contra Francia el domingo, el rey de la humildad y la empatía, Cristiano Ronaldo, dijo al terminar el encuentro ante Islandia: «Son un equipo pequeño que solo se defiende y nunca hará nada». Por difícil que sea, me encantaría que llegasen ambos a la final e Islandia les cascase cinco. Que toda la vida es fútbol, y el fútbol, sueños son.