El terremoto de Niza desintegra a Inglaterra

Tambaleándose por los efectos de la enésima pinta de cerveza, pero sin perder el clásico humor británico, cantaban y se reían de su propio fracaso. «¡Were shit, and we know we are!» (!Somos mierda, y sabemos que lo somos!), repetían con sus vozarrones. Coincidiendo casi en el tiempo con esas escenas sorprendentes, en la sala de prensa del estadio Allianz Riviera se producía la renuncia del seleccionador inglés, Roy Hodgson.

Un gesto que le honra, a sus 68 años, aunque no le quedaba otra. Desde la asociación inglesa de fútbol (FA) ya le habían advertido de que todo lo que no fuera alcanzar al menos las semifinales supondría su salida fulminante y un cambio de timón tras la Eurocopa de Francia. La renovada selección inglesa afrontaba este torneo con un optimismo inusitado, aferrada a la mejor generación de futbolistas jóvenes de los últimos tiempos.

La excelsa fase de clasificación, con pleno de diez victorias y un balance de 31 goles a favor y sólo tres en contra, en la que los ingleses lideraron el grupo por delante de Suiza y Eslovenia, sirvió al seleccionador para inyectar sangre nueva en el equipo que fracasó con estrépito en el Mundial de Brasil 2014. Los Steven Gerrard, Frank Lampard, Phil Jagielka, Glen Johnson o Leighton Baines dejaron su sitio a jóvenes como Dele Alli, Eric Dier, Danny Rose o Jamie Vardy, futbolistas que en las últimas campañas se convirtieron en titulares indiscutibles y piezas clave en sus equipos. Hodgson aseguró que el objetivo principal era ser competitivos al máximo en el Mundial de Rusia 2018, sin dejar de lado esta Eurocopa. Pero la realidad es cruel y dice que los Pross no superan una ronda de eliminación directa desde el Mundial de Alemania 2006, cuando se impusieron a Ecuador.

Las críticas a la selección de los Tres Leones arrecian. «Humillación», «vergüenza», «trauma», «Brexit»: Inglaterra se despertó este martes bajo los efectos del terremoto de su eliminación contra Islandia. Todo está por reconstruir y el equipo empieza a pensar cómo hacerlo. Las cifras son reveladoras sobre la era Hodgson. Obtuvo un 58,9% de victorias desde 2012 y cuenta únicamente tres triunfos en tres fases finales de grandes torneos, en 11 partidos.

«Tendría que haberse ido en 2014», escribió el Daily Mail, que habla de «onda sísmica». «No era el hombre adecuado y tampoco lo es ahora. Ha hablado de progreso, de promesas, de cultura de la responsabilidad. Pero estando bajo presión, todo se ha evaporado», apuntó. «Se habla del exdefensa Gareth Southgate, actual seleccionador de la sub-21, para reemplazar a Roy», explica el exinternacional Alan Smith. «A largo o medio plazo, no sé. Pero en lo inmediato, nadie parece poder solucionar el problema», añadió. «Es una calamidad. No creo que quieran volver a tener un extranjero. Ya se probó, no funcionó y va en contra de la tendencia del fútbol internacional», añade.

Alan Pardew, entrenador del Crystal Palace, y Gary Neville, uno de los adjuntos de Hodgson y de infausto recuerdo en el Valencia, son los otros dos nombres que parecen sobre la mesa, pero también entran en escena el exgoleador Alan Shearer se ha propuesto también. Su única experiencia como entrenador en el Newcastle en 2009 se saldó con el descenso del equipo.

Rooney y calamity Hart

«Estoy interesado por ver cuál será el próximo seleccionador y si soy convocado, allí estaré», afirmó inmediatamente el capitán de 30 años, Wayne Rooney, que sufrió una despedida traumática, pese a marcar de penalti ante los nórdicos. Se duda de que el red devil pueda todavía prestar un buen servicio a los Pross. Y más aún de que el portero Joe Hart, que cometió dos fallos importantes en el torneo, siga ligado al próximo proyecto. Una tuitero llamado @joehart, harto de que le acribillen desde el segundo gol islandés, ha puesto un gráfico con las menciones. Tampoco el defensa Gary Cahill o el centrocampista James Milner saben si seguirán.

«Se han desintegrado», constató con amargura el exseleccionador Steve McClaren, que no logró clasificar a Inglaterra para la Eurocopa de 2008 «Hay una falta de liderazo, de experiencia. No hay confianza en el colectivo. Se veía que el equipo no tenía ninguna seguridad. Jugaban individualmente. Va a haber un análisis sobre los jugadores, la preparación, la Premier League. Es el momento de sentarse con tranquilidad y ver cuál es el problema», apuntó en unas declaraciones que recoge la agencia France Presse.

«Va a ser un trauma más profundo que la eliminación ante Estados Unidos en 1950, ya que esto llega en un momento en el que la Premier League es un negocio mundial», analiza el Daily Telegraph sobre el fracaso en esta Eurocopa. La riqueza de la liga inglesa no facilita el trabajo en el equipo nacional, debido a la constante apuesta de los grandes clubes por figuras extranjeras. Con perlas como John Stones (Everton) o Marcus Rashford (Manchester United), Inglaterra tiene motivos para creer, pero el problema está en saber si tendrán minutos para desarrollar su talento.

Es difícil confiar en que José Mourinho apueste por Rashford teniendo en cuenta que el portugués prefiere siempre a tipos más curtidos. Una gran incógnita envuelve a un combinado inglés en ruinas después de otra batalla perdida. En el horizonte próximo aparece ya la clasificación para el Mundial ruso, donde los Pross competirán con Eslovaquia, Eslovenia, Escocia y Malta. Allí podrán empezar a resurgir de sus cenizas, pero el nivel de los rivales tampoco permitirá análisis exactos.