El partido que cambió sus vidas

En ese 'informe' que inunda las redes sociales, los federativos del pequeño país cercano a Groenlandia parten de que Islandia tiene sólo 332.529 habitantes. A esa cifra le restan a las mujeres, a los hombres menores de edad o mayores de 35 años y a la gente con sobrepeso. En total, 310.254 personas menos para poder competir a un alto nivel en la Eurocopa. Después, descuentan el número de habitantes que se ocupan del avistamiento de ballenas, así como de la vigilancia de volcanes y terremotos. También quitan a los pastores y a los que trabajan esquilando ovejas.

Además, se eliminan de la eventual lista de futbolistas a los ciegos y enfermos, así como los que trabajan como policías, bomberos o personal sanitario empleado en los hospitales. Eso descarta a otros 13.467 ciudadanos. Después, se restan los aficionados que estuvieron en el estadio. Se excluye un doctor, un fisioterapeuta, un masajista y un utilero para la plantilla, así como siete personas que dirijan la federación. En conjunto, 8.781 personas más. Con esas curiosas cuentas, se concluye que hay sólo 23 personas aptas para ser seleccionadas. Para rematarlo, explican que su entrenador, Lars Lagerbäck, es sueco.

     

Francia, un reto aún mayor

Por encima de esos mensajes que incendian todavía más a los ingleses, en Islandia no pueden ocultar la euforia que les genera haber eliminado a sus ídolos, a esas supuestas estrellas de la Premier League, cuyas actuaciones siguen cada fin de semana a través de la televisión. Y sienten que, llegados hasta aquí, soñar con seguir avanzando en el gran torneo continental es gratis.

«Si alguien me hubiera dicho hace unos años que estaríamos en cuartos, debo admitir que no lo habría creído. Ahora para estos chicos ya no hay obstáculos demasiado grandes», admitió el coseleccionador Heimir Hallgrimsson. «Si quieres conseguir lo mejor de la vida, hay que estar preparado cuando la oportunidad se presenta. Nuestros jugadores han sabido aprovecharla cuando la han tenido en sus manos. Este partido va a cambiar sus vidas, es un día del que se hablará toda su vida. Y tenemos una oportunidad para añadir otro día así en una semana», apuntó.

El otro seleccionador de Islandia, el sueco Lars Lagerbäck, dijo que enfrentarse a Francia supone un reto todavía mayor que el partido de este lunes ante Inglaterra. «Contra Francia, para mí, es todavía más grande porque es un cuarto de final, pero también porque es el equipo anfitrión, en París, una ciudad que me gusta mucho», señaló.

«Puede que yo sea el único en el equipo que piensa eso, pero Francia es todavía más enorme que Inglaterra», apuntó.

Ragnar Sigurdsson, autor del primer gol islandés ante los ingleses, celebró cómo los suyos pudieron frenar, sin grandes sobresaltos, a las estrellas de la Premier. «Inglaterra no creó ocasiones, aparte de una de Harry Kane, y después tuvieron que tirar desde lejos. No estuve muy nervioso, salvo al final del partido. Ellos pensaban que iba a ser un encuentro fácil, pero nosotros teníamos confianza en nuestras opciones», celebró. «Se imaginaban un partido triunfal, pero creíamos en nuestras capacidades», insistió. El defensa del Krasnodar ruso piensa ya en los franceses: «Espero un duelo ante un muy buen equipo, un poco similar a Inglaterra. Francia no ha hecho su mejor fútbol e Inglaterra tampoco. Vamos a tratar de dominar un poco más y atacar más».

Por su parte, Kari Arnason subrayó que era «el mayor resultado de la historia del fútbol islandés». «Hemos conservado nuestra organización y hemos defendido bien. Todos creíamos que podíamos. El resto no, pero nosotros sí. Estoy feliz», declaró el zaguero del Malmoe sueco. «Cuando Jamie Vardy entró añadió ritmo, pero pudimos controlarle. Sin duda, es el mayor logro que hemos logrado en la historia. ¡Hemos sorprendido al mundo!», afirmó tras consumarse una de las mayores sorpresas que se recuerdan.