Órdago del general Iordanescu

La crisis del fútbol local hizo que la federación se acordase de nuevo de un tipo convencido de que sus compatriotas no son cenicientas en esta Eurocopa y de que pueden dar la sorpresa frente a los anfitriones, a los que se miden este viernes en el Stade de France en Saint-Denis.

«Estamos listos para afrontar el partido. Conocemos la capacidad ofensiva y las individualidades de los franceses, pero somos optimistas y confiamos en dejar una impresión positiva», afirmó el técnico rumano en la conferencia de prensa previa al choque. Vaticinó que el rival saldrá «en tromba», apoyado por su público, y que los rumanos deben saber «soportar la presión de jugar en un ambiente hostil». «Estamos preparados para saber aguantar esos momentos de dominación que vamos a padecer, pero no sólo nos defenderemos», insistió.

A pesar de su optimismo vital, reconoció que Francia tiene, junto a España y Alemania, uno de los mejores ataques del torneo y, por consiguiente, es «uno de los grandes favoritos» para alzarse con el título. «Mi colega Didier Deschamps ha conseguido que su equipo tenga un estilo muy definido y sólo haya perdido uno de sus 10 últimos partidos, pero podemos estar a su nivel», enfatizó en París.