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El videoarbitraje se estrenó en una gran competición de selecciones en el Mundial de Rusia y también estará presente en la Eurocopa de las 11 sedes. Tras algunos errores y quejas pero un alto porcentaje de aciertos en el Mundial de 2018, al año siguiente ... también se utilizó en el Europeo sub-21 de Italia conquistado por España. Sin embargo, incomprensiblemente no hubo VAR en el que terminó el pasado domingo con el título para Alemania tras la eliminación de La Rojita ante Portugal en semifinales.
Después de tantas polémicas y disparidad de criterios en todo tipo de competiciones internacionales en acciones consideradas decisivas, sobre todo en los penaltis por mano, el VAR se estrena en una Eurocopa absoluta y será una polémica más que añadir a la de los positivos por coronavirus, las vacunaciones o la exigencias a los aficionados que quieran acceder a los estadios. Porque toda la justicia que puede aportar el VAR al fútbol al final queda en manos de la interpretación de los árbitros. El problema de la tecnología es su utilización. En unas jugadas sí, y en otras no, en unas penas máximas sí, y en otras no. Y así va creciendo sin freno una controversia de la que no escapará la Eurocopa 2020.
«Insistimos en que el VAR debe intervenir únicamente si un árbitro comete un error manifiesto o si se pierde un incidente grave», reclama el jefe de los árbitros de la UEFA, el italiano Roberto Rosetti, para quien «el proyecto ha funcionado muy bien hasta aquí». Sin embargo, ni siquiera el presidente del máximo organismo europeo, Aleksander Ceferin, parece realmente convencido con el videoarbitraje. En diciembre de 2019, en una entrevista con el diario 'Mirror', Ceferin calificó de «verdadero lío» el VAR, subrayando que las consignas eran interpretadas de manera diferente en cada país.
«El problema es que no hay casa nada binario. Casi todo está en la zona gris, en la de la interpretación. El verdadero peligro es que lleguemos a un gran intervencionismo cuando debería ser utilizado puntualmente», comenta el antiguo árbitro internacional francés Bruno Derrien. «Hay algunos errores graves que son corregidos. Esto no hay que negarlo. Pero para el resto, crea más polémicas que otra cosa. El funcionamiento no se ha comprendido en tres años. Después de este tiempo debería estar bien engrasado», ha lamentado este árbitro galo en una entrevista con la agencia AFP.
En la Eurocopa que se inaugura este viernes la gran duda es si el arbitraje y el videoarbitraje decretarán como penalti cualquier mano dentro del área, aunque no exista ninguna voluntariedad, como ha ocurrido en varias ocasiones en la Liga, provocando más de un terremoto esta temporada. En teoría, se dará marcha atrás y solo se señalarán como penalti las manos cuando la finalidad evidente del futbolista es tocar un balón del rival o se cubre mayor espacio, haciendo el cuerpo más grande el infractor, pero les tocará de nuevo a quienes manejan el VAR y al árbitro principal conseguir no confundir aún más a aficionados, periodistas, jugadores y dirigentes.
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