Unai Simón: «Me imagino que seré mirado con lupa»

- De los pelotazos en el frontón de Murguia, su pueblo natal, a la Eurocopa. ¿Imaginaba un camino similar cuando empezó a coquetear con el fútbol?

- Nunca. Esas cosas nadie se las espera. Igual sueñas de vez en cuando viendo la televisión, poniéndote en el lugar de los futbolistas que veías desde pequeño. Pero jamás te planteas ser como ellos. Esto es una secuencia de sucesos y el momento llega.

- De pequeño admiraba a Buffon. ¿Ahora quién es el espejo en el que se mira?

- Ahora hay un amplio abanico de porteros. En función de cada faceta del juego te guías por uno u otro. Me fijaba en Buffon porque era un referente, pero ahora veo mucho más fútbol y me puedo comparar. La palabra no es copiar, sino coger aspectos diferentes: el juego de pies de Ter Stegen, las paradas de Oblak, los reflejos de Keylor Navas... Es una macedonia de muchos porteros.

- ¿Qué significa estar en la Euro y con todas las papeletas para ser el titular de la selección?

- Es poner la guinda al pastel, a un trabajo bien realizado durante dos temporadas en el Athletic. Llevo tres campañas con el equipo, pero el primer año jugué siete partidos. En estos dos últimos sí he dispuesto de más minutos. Lo que toca es disfrutar.

- La concentración empezó bien, pero todo se torció con el positivo de Busquets. ¿Cómo cayó la noticia en el equipo?

- Fue un palo muy gordo. Habían pasado ya seis días y entendíamos, sin bajar la guardia, que no íbamos a tener positivos. El caso de Sergio nos impactó porque habíamos interactuado con él, dentro de las medidas establecidas, y teníamos el temor de ser contagiados. Luego lo piensas y te das cuenta de que haces lo que te piden y que respetas todas las medidas higiénico-sanitarias. No sé cómo actúa la covid.

- No es el único.

- Nadie conoce su comportamiento. Es algo que no depende de nosotros. Hay que borrar la angustia de la cabeza. El día que se supo el positivo de Busquets sí que te entra un poco de angustia y dices: 'Ostras, a ver si me voy a perder la Eurocopa'. Pero luego te das cuenta de que es algo que no depende de ti. Debes restarle importancia, centrarte en el balón y estar listo para Suecia.

- ¿Lo peor es la incertidumbre?

- ¡Claro! Es la incertidumbre lo que te puede mermar. Pero no puedes desgastarse en ello. Mentalmente, bastante tenemos con estar en una Eurocopa como para pensar si lo tienes o no lo tienes (el virus). Conozco a gente que por pasar una mala noche y con calor, porque la temperatura es elevada, ya se agobia un poco. Te tienes que centrar en la pelota.

- ¿Cómo de lentas pasan las horas entre una PCR y los resultados? ¿Son eternas?

- No se crea. Haces la PCR y no es que engañes a tu cabeza, pero evitas ciertos pensamientos. Estás a otras cosas. Ves la tele, hablas con la familia. Con la tecnología lo llevamos bastante bien.

- Diego Llorente se marchó entre lágrimas cuando le comunicaron el positivo. El temor a perderse la Eurocopa.

- Diego es una de las personas que más a rajatabla lleva todas las medidas higiénicas. Y al final le ha tocado. Es el ejemplo de que si te tiene que tocar, te toca. Significaría perderte una Eurocopa. En mi caso, de momento solo voy a jugar una. No sé si luego serán dos, tres, cuatro.

- Nunca se sabe.

- No se sabe. Puede que me la pierda. Lo tengo asimilado. Si en algún momento sale el resultado positivo sería un palo, pero tampoco se acabaría el mundo.

- Vacunarse es una garantía. Ha costado, pero ya están protegidos. ¿Tranquiliza?

- Claro que tranquiliza. Antes hablábamos de limpiar la cabeza de ciertos pensamientos. Si a eso le añades que te has vacunado, pues vives más tranquilo. No solo por mí, sino por todos los compañeros y el cuerpo técnico. Vacunarse nos hace estar más tranquilos a la hora de competir y de relacionarnos entre nosotros. Jugar una partida de cartas, echar una partida de ping-pong, dar un paseo. Esto tiene que ser una piña. Estos campeonatos no los ganan las selecciones, sino equipos.

- ¿Hasta qué punto les perjudica no entrenar juntos en los días previos al debut con Suecia?

- Lo que condiciona es el tema de los vídeos y el análisis del rival. No podemos estar en espacios cerrados. Pero en el campo hacemos ejercicios tácticos, con medidas de separación, que llevamos bien. Nos estamos adaptando, entendemos las ideas de Luis Enrique. Son cosas trabajadas y las remarcamos en el campo. Los conceptos están claros.

- Luis Enrique es optimista. Sostiene que España es una de las favoritas. ¿Lo es?

- Sí. Si le digo la verdad, no sé hacer las comparaciones con selecciones como Alemania, Inglaterra, Bélgica... Ellos (el cuerpo técnico) les han visto. Pero si lo dice el míster será así. España siempre ha sido una de la mejores selecciones europeas y el grupo que tenemos es muy bueno para competir por ganar la Eurocopa

- ¿Rivales a batir?

- Por ahora, Suecia, Polonia y Eslovaquia. Luego ya se verá.

- Personalmente, ¿cómo se ve? ¿Cómo llega a la Eurocopa?

- Bien. Llevo dos años jugando de continuo en Primera División. El año del debut lo dejaría al margen. He tenido una temporada muy buena y otra, buena. Llego bien de moral, con la confianza del míster, del entrenador de porteros, de todo el 'staff' y de los compañeros. Me suele importar muy poco lo que se dice fuera. Estoy tranquilo y convencido de que haremos una buena Eurocopa.

- Es inmune a las críticas.

- Inmune, inmune, tampoco. Considero la posición de portero más psicológica que física. No trabajamos tanto físicamente como el resto de los jugadores, pero mentalmente tenemos que estar preparados para muchas situaciones que nos tocará vivir a lo largo de nuestra carrera. Me gusta escuchar las opiniones de todo el mundo, pero luego yo tengo la mía y es la que vale. Y las de Luis Enrique y de Marcelino. Son las que me importan de verdad.

- Contra Portugal fue la primera elección de Luis Enrique. ¿El camino hacia la titularidad está despejado?

- No. Conociendo a Luis Enrique, puede optar por cualquiera de los tres porteros. David (De Gea) es un portero de garantías y Robert Sánchez para mucho. Es muy bueno bajo palos. Salga quien salga dará su mejor versión y hará un gran papel en la Eurocopa.

- ¿De Gea y Robert Sánchez son más compañeros o rivales?

- Compañeros. Nunca he entendido el fútbol como una rivalidad entre puestos. No lo veo así. Es un deporte de equipo, no individual. Yo sin el trabajo de Jokin (Ezkieta) y Iago (Herrerín) no sería el portero que soy ahora. Lo tengo claro. No somos rivales, sino compañeros. Y hay que meter presión a ese compañero para que aflore la mejor versión de todos por el bien del equipo.

- ¿Es consciente de que será observado con lupa? El tema de los porteros es material sensible y más en una Eurocopa.

- Me imagino que seré mirado con lupa. Llevo siete partidos y en los siete ha habido opiniones de todos los colores. Pero las que cuentan son las de los entrenadores y la mía. Puedo escuchar las del resto, pero es difícil que me saquen de mi camino.

- La frase es suya: «La gente me dice que soy serio. Los partidos tampoco son como para divertirse». ¿El fútbol es un juego o un trabajo?

- Las dos cosas. Lo entiendo como un trabajo porque me pagan por competir, pero siempre hay que mantener esa esencia de niño y tener la capacidad de disfrutar con el balón. Muchas veces se me olvida. Peco un poco de...

- ¿De perder la inocencia?

- Eso es. Nos metemos en este mundo y se nos olvida que es un juego con el que hemos disfrutado desde los cuatro o cinco años. Está bien tomártelo como un trabajo, pero también hay que disfrutarlo. Me cuesta disfrutarlo en el momento, pero lo hago al salir del campo. Es cuando me doy cuenta de la parada que he hecho o de que en el partido contra Portugal había gente. Estaba tan metido que no me di cuenta. Cuando terminó me dije: '¡Había gente, ambiente!». Es importante recordar que es un juego con el que disfrutabas de pequeño.