Siempre menos españoles en las gradas de la Eurocopa

Históricamente el apoyo a la selección ha sido secundario, en un país de potente tradición de seguimiento a los clubes. Sin estadísticas que lo apoyen, el asunto tiene que ver más con la cultura de fervor hacia los equipos de la ciudad que con el sentimiento nacional de una selección que, salvo en el periodo glorioso de 2008 a 2012 con dos Eurocopas y un Mundial, nunca había sido gran protagonista en los eventos internacionales.

La medida de las cosas fue el metro de Berlín, en el primer encuentro de la Euro disputado en el estadio Olímpico. En la línea roja del U empezó a cundir el estrés cuando las hileras de vagones, una detrás de otra, no aceptaban más viajeros porque los trenes iban cargados hasta los topes con hinchas croatas ataviados con su particular casaca ajedrezada y los gorritos de waterpolo rojos y blancos a cuadros.

Una vez se pudo penetrar en algún vagón, la proporción era abrumadora. Uno o dos hinchas españoles con la camiseta roja frente a la colonia de croatas vociferantes que querían ganar el partido entre la población germana que, a duras penas, trataba de salir del metro en cada estación en dirección al estadio.

El imponente recinto olímpico de Berlín dispone de 75.000 asientos. La visión del lugar era apabullante. Casi todo el graderío era croata y en el fondo de la puerta del maratón, reducidos a una mínima expresión, los españoles. La cifra oficial facilitada por la Federación calculó 12.000 hinchas. Croacia estimó 60.000 seguidores. «Sois muy pocos, sois muy pocos», les cantaban los croatas a los hispanos durante el encuentro (3-0 para el equipo de De la Fuente).

En el segundo choque, ante Italia, el asunto se niveló porque los italianos tampoco se desplazaron en masa hasta Gelsenkirchen. Otros 12.000 españoles según la Federación y unos 30.000 transalpinos según el organismo homólogo. No se apreció en el Veltins tanta diferencia.

«No sabría decirte cuál es el motivo por el que hay más hinchas de otros países -aseguró Unai Simon a este periódico-. Pero yo los he escuchado mucho, se dejan notar. El día de Italia se escuchó mucho más a los españoles que a los rivales, eso es bueno, quiere decir que estamos en la buena dirección, que pueden venir pocos pero lo dan todo. Quieren apoyar a la selección y hay que animar a que vengan».

Frente a Albania, un país con 2,7 millones de habitantes frente a los 48 millones de España, se repitió la película. Los balcánicos tenían la mayoría absoluta en las gradas. Casi 40.000 albaneses en un estadio de 54.000 ante los 12.000 habituales de la selección. España volvió a jugar de visitante.

Los 12.000 fieles que se desplazan en tren y, sobre todo, en coche por las ciudades de Alemania en la ruta de la selección no viajan solos. Una delegación de los Cuerpos de Seguridad del Estado se mueve de urbe en urbe para arropar a los hinchas. Son 15 agentes de la Guardia Civil y 15 de la Policía Nacional, algunos de ellos bilingües con el idioma alemán. La policía germana solicitó su presencia ante el desplazamiento de aficionados para prevenir incidentes.

Otro punto de apoyo a los españoles en Alemania es el 'Fans Embassy Spain', un servicio de asesoramiento e información para ayudar ante cualquier contingencia en la Eurocopa. Esta organización elaboró una guía con información de servicio para manejarse en el país germano: documentación necesaria para moverse, el sistema de transporte (sobre todo, la red de trenes), los lugares de encuentro de las aficiones en las sedes de los partidos y otros detalles relacionados con la cultura y el modo de vida teutones.

Un estudio elaborado por EasyPark Group afirmó en una previsión optimista que hay un 90 por ciento de aficionados con coche en España dispuestos a ir a la Eurocopa a apoyar a la selección.

En el 'ranking' de popularidad de las aficiones en Alemania han despuntado los calurosos escoceses con sus faldas al aire, los emigrantes turcos con sus coches vestidos con la bandera de la media luna y la estrella, los trabajadores albaneses legión en Alemania y los siempre ruidosos y peligrosos hooligans británicos.

Se han vendido ya 2,3 millones de entradas para la Eurocopa y los que más solicitaron fueron las aficiones de Croacia, Turquía y Albania, según dijo el presidente de la Federación teutona Bernd Neuendorf. España, en cabeza de cartel para ganar la Eurocopa, está lejos de esa estadística.