Diogo Costa, el Benji de Portugal

«Le recuerdo como un chico con muy buenas condiciones, de gran envergadura, valiente, con buen juego de pies, y bastante maduro y serio pese a la edad que tenía. Tenía claro su camino a seguir y ha sido paciente para encontrar su hueco en la portería. Aprendió de Casillas y de Marchesín, y cuando le llegó su momento lo aprovechó. Ahí está ahora, como portero titular de Oporto y de Portugal», recuerda Alberto Bueno a este medio.

Bueno fue compañero suyo en el Oporto la temporada 18-19, cuando Costa apenas tenía 19 años y estaba a punto de dar el salto al primer equipo. Entró con 12, en 2011, en la Academia del club de Do Dragao, y tardó poco en demostrar que el futuro de la portería del Oporto iba a ser suyo: «Es un chico muy preparado a nivel mental, técnicamente avanzadísimo y sabe leer muy bien el fútbol. A nadie le ha pillado por sorpresa en Oporto lo que hizo ante Eslovenia. Es el éxito de la Academia del club, que es una de las más modernas del mundo. Incluso se estudia en la Universidad de Oporto. Diogo Costa representa a la perfección ese producto de valor y talento que es capaz de fabricar la cantera de los dragones», explica José María Nole, especialista en fútbol portugués.

Costa es un chico muy tranquilo, reservado e introvertido que nació en la comuna suiza de Rothrist. De padres portugueses, se fue a vivir con siete años a Santo Tirso, una pequeña ciudad a 30 kilómetros al norte de Oporto, y cuatro después ya entró en la cantera del equipo luso: «El secreto más escondido del fútbol europeo es Diogo. Tenemos que estar muy orgullosos de tenerle», confesó Roberto Martínez tras su determinante actuación contra Eslovenia.

El show no tuvo precio. Tres penaltis parados de tres lanzamientos en la tanda y un mano a mano en el minuto 115 de la prórroga: «El Oporto es como el Madrid o el Barça. La portería es un sitio muy importante porque vas a ser exigido pocas veces durante un partido, pero las dos que te van a llegar tienes que resolverlas positivamente, como hizo ante Sesko. Esa parada, y el acierto en los tres penaltis que le lanzaron, demuestra el trabajo que hay detrás de él y el método de formación tan bueno que tiene el Oporto», analiza Bueno. «Estos son los partidos más difíciles porque durante mucho tiempo no toqué el balón. Estaba concentrado en aprovechar la oportunidad cuando surgiera. Gasté toda mi energía en esto», explicó Diogo tras echar a Eslovenia.

Su club presumió de él tras su gesta ante Eslovenia subiendo un tuit en el que le comparaba con Benji Price, el famoso portero de 'Campeones', la serie de Oliver Atom que cautivó a España, y a medio mundo, en los noventa. Llevan el mismo número, el '22', algo inusual en un portero, pero es que Diogo no es uno más, como tampoco lo era Benji: «Mostró un alto nivel de concentración durante todo el partido, la marca de un portero de primer nivel en grandes competiciones», dijo el Panel de Observadores Técnicos de la UEFA para argumentar su galardón a MVP del partido

«Es una estrella, va a ser un gran portero», dijo de él Casillas hace tres años. Opinión con peso y acertada. Ya en 2022 paró tres penaltis en la Champions, el número más alto de penas máximas detenidas en una misma edición, aunque a ser verdad fueron cuatro porque uno de los penaltis tuvo que ser repetido. De hecho, es el portero de Oporto que más penaltis ha parado en su historia.

Diogo estuvo a punto de salir de allí el pasado verano. United y Chelsea preguntaron por él, pero su elevada cláusula de 75 millones impidió el acuerdo. Ahora esa cláusula ha subido a 100 y el Oporto no suele hacer prisioneros cuando se trata de vender. Tampoco Jorge Mendes, su agente. De momento, él se centra en conducir a Portugal hacia la final de Berlín. Así es Diogo Costa, el Benji Price de Portugal.