La colorida historia de los grupos de la muerte

Para un buen grupo de la muerte hay que contar al menos con tres grandes selecciones, a elegir entre uno o varios gigantes del fútbol, uno o dos recientes finalistas del Mundial y para terminar un rivalidad profunda, como Alemania-Inglaterra o Francia-Italia. Un buen 'outsider' también es bien recibido, como le ha pasado a menudo a Rumanía, ausente en la edición de 2020 retrasada a 2021.

Finalista del Mundial dos años antes, los Países Bajos de Arjen Robben, Wesley Sneijder y Robin van Persie eran favoritos en un grupo en el que también estaba la eterna Alemania, la Portugal de Cristiano Ronaldo y Dinamarca. Pero la 'Oranje', diezmada por la lucha de egos, pierde sus tres partidos y acaba última. La 'Mannschaft' finaliza como líder con tres triunfos, seguida de Portugal, que derrotó 2-1 a Países Bajos merced a un doblete de Cristiano Ronaldo.

El grupo más impresionante reunió a los dos últimos finalistas del Mundial, Italia y Francia, con Países Bajos y Rumanía. Son cuatro títulos de campeones de Europa juntos. Pero los 'Bleus' de Raymond Domenech y Franck Ribéry no están a la altura y el suspense no dura nada: después del mal augurio que supuso el 0-0 contra Rumanía, Países Bajos les endosa un 4-1 e Italia pone la puntilla (2-0). Los neerlandeses acabaron primeros del grupo gracias al 3-0 infligido a la 'Nazionale', segunda.

La mayor sorpresa de la historia de los grupos de la muerte. Las dos grandes favoritas, Alemania e Inglaterra, son eliminadas por Portugal, que ganó sus tres encuentros, y Rumanía. Los ingleses pensaron que habían hecho lo más difícil al derrotar por la mínima a su viejo rival germano (1-0) con un tanto de Alan Shearer, pero pierden su último encuentro contra Rumanía (3-2). La 'Mannschaft', de su lado, abandona el torneo tras un severo 3-0 luso, las tres dianas obra de Sergio Conceiçao.

Alemania e Italia, ambos campeones del mundo en tres ocasiones, se encuentran en un terrible grupo con la Rusia de Valeri Karpin y Alexander Mostovoi y la República Checa de Pavel Nedved y Karel Poborsky. Alemania se desenvuelve bien, con victorias por 2-0 y 3-0 sobre checos y rusos, respectivamente, antes de empatar sin goles contra Italia. La República Checa acaba segunda debido al empate logrado por Vladimir Smicer a falta de dos minutos para el final de su partido frente a Rusia (3-3). Checos y alemanes llegaron a la final, donde se impusieron los segundos (2-1) gracias a un gol de oro.