El tesoro de Jordan Pickford, su mejor secreto, estaba guardado en una botella. El excéntrico portero del Everton y de la selección inglesa se convirtió en el héroe de los 'Proos' al detener el primer penalti de la tanda de los suizos a Manuel Akanji. ... El portero de los 'Three Lions' se lanzó a la izquierda y detuvo el mal disparo del defensor del City. Se había estudiado cómo ejecutaban las penas máximas todos los jugadores helvéticos y lo tenía todo escrito en una chuleta pegada a su frasco de agua. En él se veía dónde suelen lanzar los jugadores y en el caso de Akanji acertó. No tuvo que parar más penaltis porque Inglaterra hizo pleno en sus cinco disparos, pero su primer bloqueo resultó determinante.
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La chuleta de Pickford rememora lo que ocurrió en el pasado Mundial de Catar, donde la España de Luis Enrique cayó ante Marruecos en el cruce de octavos por penaltis. Uno de los grandes culpables fue el guardameta magrebí, entonces en el Sevilla, Yassine Bono. Los españoles fueron un desastre. Pablo Sarabia inauguró la tanda con un tiro al poste, mientras que Carlos Soler y Sergio Busquets se estrellaron contra el portero. En cambio, Sabiri, Ziyech y Achraf engañaron al guardián del Athletic.
Meses después, el propio Bono desveló todo lo que sucedió. Los dos guardametas fueron hablando de camino a la portería y Unai le confesó que había estudiado a los marroqués. «Tuve una charla con el arquero de España. Él tenía en la mano una lista con nuestros jugadores y a donde iban a lanzar. Me dijo: 'voy a dejar el papel detrás de la portería. No lo toques'. Le dije: 'no te preocupes. No lo voy a tocar. Pero escóndelo bien'», explicó Bono en la serie 'Dreamers'. Los apuntes de Simón no sirvieron para nada.
Hay mucho componente de suerte. Cómo si no explicar que el guardameta portugués Diogo Costa detuviese en octavos de esta Eurocopa los tres penaltis de Eslovenia, un hecho inédito en la fase final de un gran torneo, y días después Francia le marcase todos en cuartos. O que Jan Oblak, le parase uno a Cristiano Ronaldo durante el partido, lo que provocó las lágrimas del portugués, y en la tanda decisiva el esloveno no acertase ni una vez.
Esta temporada, el osasunista Sergio Herrera fue noticia tras la clasificación de los rojillos a cuartos de la Copa del Rey al dejar en la cuneta al Celta. El pleito se resolvió desde los 11 metros. Un día después de la clasificación, Osasuna colgó en sus redes sociales la botella de agua de Herrera. En uno de los lados estaba pegada una hoja con el análisis pormenorizado de los lanzadores béticos. Aparecían los nombres de los tiradores, una portería dibujada para cada uno de ellos, el lado preferido y la trayectoria de los disparos. Incluso se detallaba con qué parte del pie tiraban los elegidos: empeine, interior y hasta la potencia del chut. Herrera se vistió de héroe. Adivinó la dirección de los remates de Borja Iglesias y Loren sin poder atajarlos, desvió el de Canales y luego Guido se resbaló y mandó el balón a las nubes. También Álex Remiro, el tercer portero de España, guarda apuntes clave en la Real Sociedad.
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El tema viene de muy atrás. Después del Mundial de 2006, en el que Alemania eliminó a Argentina en cuartos por penaltis, el portero germano Jens Lehmann, el mismo que hace días dijo que «España era un equipo de juveniles inexpertos», subastó una lista a modo de amuleto. Lo hizo en una gala benéfica en Berlín. 'Herz für Kinder' (Un corazón para niños).
La chuleta le fue entregada por el entonces técnico de porteros, el recordado Andreas Koepke, y en ella llevaba escritos los nombres de los posibles lanzadores y hacia qué lado podían tirar. La lista se convirtió en una especie de fetiche del Mundial y tras el torneo circularon varias tesis sobre su contenido. Desde instrucciones sobre el comportamiento de los argentinos, hasta una estrategia para ponerles nerviosos. En la lotería final, Lehmann paró los tiros de Roberto Fabián Ayala y Esteban Cambiasso.
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En el Mundial de Brasil, el holandés Tim Krul protagonizó uno de los momentos icónicos. Nada más salir del banquillo, detuvo dos penaltis a Costa Rica y clasificó a Holanda para semifinales. Fue un golpe maestro de Louis van Gaal, que en el minuto 119, justo antes de que finalizase aquel pulso en Salvador de Bahía, retiró a Jasper Cillessen e introdujo sorprendentemente a Krul, que tenía la lección bien aprendida sin chuleta aparente.
Con motivo de la final de la Champions de 2009 entre el Chelsea y el Manchester United, trascendió los 'Blues'pusieron en práctica una investigación del economista vasco Ignacio Palacios-Huerta. En 1995, este estudioso comenzó a apuntar cómo se chutaban los penaltis para aplicarlo a la teoría de los juegos. Su trabajo, 'Professional Play Mínimax', fue publicado en 2003. Casualidades de la vida, Avram Grant, entonces entrenador del Chelsea, recurrió a él. El problema es que Anelka no siguió las instrucciones, Van der Sar le paró el penalti y la Orejona fue a las vitrinas de Old Trafford.
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No hay nada en las reglas del juego que impida estos métodos rudimentarios. Otra cosa sería que el portero, entre penalti y penalti, llevase una carpeta de apuntes. Eso no sería reglamentario porque, según la norma, constituiría un elemento externo al juego y al uniforme. También se prohíbe la intercomunicación electrónica de los jugadores con otros compañeros, miembros del cuerpo técnico o con el exterior. Pero la pequeña y discreta chuleta de toda la vida sigue vigente.
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