![Irene Paredes: «Rubiales me dijo que le estaban tachando de violador»](https://s3.ppllstatics.com/rc/www/multimedia/2025/02/06/paredes-putellas-kU0H-U230774338332WdB-1200x840@RC.jpg)
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Las tres futbolistas de la selección española que comparecieron este jueves en la cuarta sesión del juicio a Luis Rubiales han ratificado el testimonio dado en su día en fase de instrucción. Alexia Putellas, Irene Paredes y Laia Codina han relatado a preguntas de la Fiscalía su versión del beso "no consentido" a su compañera Jennifer Hermoso, las presiones ejercidas por el entonces presidente de la Federación Española de Fútbol (FEF) y su entorno y la situación anímica de su compañera tras negarse a cambiar de opinión tras lo sucedido en la entrega de medallas del Mundial de Australia de 2023.
En su declaración por videoconferencia desde un juzgado de Barcelona, Putellas ha corroborado que en el avión de regreso a España le pidieron a Jenni Hermoso que fuera a hablar con Rubiales "por sus hijas", pero su compañera "estaba enfadada, agobiada, llorando.... y pidió que la dejaran en paz". Además, ha reconocido que en el viaje «había un ambiente raro y oíamos cosas y veíamos reuniones. Luis Rubiales, Jorge Vilda y Rafael del Amo estaban comentando cosas en el avión».
La jugadora del Fútbol Club Barcelona, catalogada la mejor del mundo, ha añadido que Hermoso le comentó que Rubiales le insistió "que desmintiera que no había consentimiento". Sobre el momento del beso, la testigo ha relatado que "en directo no lo vi porque estaba saludando a la Reina, pero luego me di cuenta de lo que había sucedido". "Me enteré porque me lo dijo Jenni (Hermoso) después del pasamanos protocolario. Su cara era algo rara. Me comentó que le había agarrado de la cara y le había besado", ha manifestado Putellas.
Ya en el viaje a Ibiza para celebrar el titulo mundial, ha incidido en el estado anímico de Hermoso. «No estaba bien. No era Jenni. Intentamos que estuviera alegre. Alguna vez me llegó a decir que qué hacía aquí. Entiendo que la están presionando para que haga el vídeo que desde el primer momento han intentado hacer para desmentir lo del beso", ha añadido.
Pese a la insistencia de la fiscal del caso, Putellas no vio a Vilda hablar con la familia de la denunciante ni al actual seleccionador Luis de la Fuente formar parte de las reuniones del avión. Tampoco ha apuntalado las presuntas coacciones del acusado Rubén Rivera, exjefe del departamento de marketing, para que la víctima hablara por teléfono con la federación en el marco de la investigación interna abierta. "No lo vi", reconoció la testigo.
Tras Alexia Putellas ha declarado su compañera del Barça Irene Paredes, quien ha reconocido que no vio el beso de Rubiales "en directo" y no se enteró hasta llegar al vestuario. "Había mucho ruido y pensé que se había dado un beso con la Reina. No recuerdo las palabras exactas, pero (Jenni Hermoso) dijo que Rubiales le había agarrado la cara y le había dado un beso. Lo contó varias veces», manifestó. Luego en el autobús de camino al aeropuerto, relató, "algunas jugadoras bromearon con el grito de 'presidenta, presidenta', y yo les dije que parasen, que lo que había pasado era algo muy grave y no era para hacer broma".
Paredes ha señalado que ya en el avión se encontró con Rubiales al salir del baño y éste le comentó lo siguiente: "Es increíble, me están tachando de violador", a lo que la jugadora contestó que no le parecía bien lo que había pasado". Además, ratificó que en el vuelo a España "hubo muchas reuniones entre gente de la federación, pero no escuché nada". También ha corroborado que Jenni Hermoso "estaba triste" por lo ocurrido y "solo quería que la dejaran en paz".
Laia Codina, que declara también como testigo, ha señalado que «no vi el momento lo del beso, pero me lo contó justo en el momento antes de recibir el trofeo». La futbolista del Arsenal ha señalado que se trató el tema en el vestuario y que allí sacaron a Jenni para «hablar con el presidente». y ha recordado las presiones vividas por Jenni en el avión. «Ya durante el viaje en el avión Jenni nos cuenta que Luis (Rubiales) ha hablado con ella para que haga un video quitando importancia al beso. Se pone a llorar y le aconsejamos que esté tranquila». «Vimos muchas reuniones entre gente de la federación, pero »no escuchamos nada«. »Se levantaban y hablaban entre ellos«, ha contado.
Sobre el viaje en Ibiza, Codina ha recordado que «estábamos en unas hamacas, y Rubén Rivera viene 5-6 veces mínimo pidiendo a Jenni que vaya a hablar con (Albert) Luque, insiste. Jennifer se agobia, se pone a llorar».
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Por su parte, Ana Belén Ecube, amiga de Hermoso, ha reconocido las presiones que sufrió en Ibiza donde «sin sentarse a comer ya querían hablar con ella». «Tenía el teléfono descargado y querían que lo cargara para hablar con ella y que diera su opinión», ha añadido. «Era un momento muy incómodo porque insistieron mucho para que hablara con alguien de la Federación», ha asegurado. «Les dijo a los de la Federación que no quería participar en lo que le proponían», ha añadido. «Anímicamente, estaba agotada de todo», ha reconocido.
Además, ha confesado que «Rubén (Rivera) iba y venía para presionarla para que hablara y después de la llamada en que dejó claro que no quería hacer nada, Rubén siguió presionado para que hiciera caso a la petición» en un «entorno muy hostil». «También le puso un whatsApp Albert Luque», para que cambiara de opinión. Al final ha contado que Luque se presentó en el hotel. «Yo bajé a recibirle y le dije que Jenni no iba a hablar con él. Allí Luque le contó que quería hablar con Jenni y ella le dijo que no iba a hablar».
Por último ha hablado sobre los mensajes que le mandó Albert Luque y que «no se lo contó a Jenni en su momento» porque «le iban a afectar». «Se los enseñé después de la asamblea en la que Rubiales dijo que no iba a dimitir», ha asegurado. «Eran muy duros y le iba a hacer daño», ha añadido. En dicho mensajes, aportados como prueba, Albert Luque insiste para que Jenni quite importancia al beso. Luque, de acuerdo con la prueba, amenaza a Hermoso con que «estará sola y estaré contenta por ella». También en dichos whatsApp acusan a Jenni de «ser una persona sin corazón», «de poca humanidad por lo que Hermoso le hace a Rubiales», de ser «una persona sin corazón, entre otras cosas. »Ella no habló ante nadie. Fueron sus agentes de representación los que actuaron, ante la presión«, ha asegurado. »Era una montaña rusa de emociones. Intentaba disfrutar, pero luego estaba triste«, ha añadido. »Estaba sola, nadie se preocupó por la víctima, ni el psicólogo«, ha finalizado.
El último testigo de la jornada ha sido Javier Puyol, responsable de Compliance de la Federación, que ha asegurado que «a mí se pone en contacto la vicepresidenta de la FEF, que quiere hablar conmigo y presentar una denuncia de Patricia Pérez». Además, ha reconocido que «no tomé declaración a Rubiales porque cuando se hizo el informe ya no estaba», aunque ha aclarado que «la federación tenía un protocolo sobre la violencia sexual. Se estaba a la espera de la reforma de ese protocolo por parte del CSD».
En la jornada de ayer declaró Rafael Hermoso, hermano de la futbolista, que explicó que cuando les dejaron bajar para estar con ellas, le dijo su hermana: «¿Has visto que me ha dado un beso?» Y precisó que había «usado la fuerza». Además, reconoció que mintió cuando en una entrevista a 'El Chiringuito' dijo que el beso de Rubiales no tenía importancia. «Dije que no había pasado nada por proteger a mi hermana, mentí, claramente». «Me dijo (Jenni Hermoso) que le había dado asco y que luego se lo comentó a Alexia Putellas y a Irene Paredes. La encontré desubicada y con rabia, me dijo que me ha plantado un beso en toda la boca sin ella querer». Además, sobre su conversación con el entonces seleccionador femenino Jorge Vilda, Rafael Hermoso señaló que «me dijo que tuviéramos en cuenta las consecuencias, tanto personales como profesionales que podría tener para mi hermana».
Luis Rubiales, que se enfrenta a una petición de dos años y medio de prisión y está acusado de delitos de agresión sexual y coacciones a Jenni Hermoso, se sienta en el banquillo junto al exdirector deportivo de la selección masculina Albert Luque, el exentrenador de la femenina Jorge Vilda y el antiguo responsable de Marketing de la FEF Rubén Rivera, por presuntamente coaccionar a la jugadora para que justificase el beso. Jenni Hermoso ratificó este lunes que no hubo consentimiento, que se sintió «poco respetada», y destacó que quien le estaba besando era su jefe y «eso no debería pasar en ningún ámbito social».
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