Rubiales ofrece a Jorge Vilda renovar por cuatro años

Completamente por sorpresa y mientras se defendía ante la asamblea de las acusaciones recibidas por su comportamiento chabacano en la final del Mundial, Rubiales sorprendio al dirigirse al seleccionador nacional en presencia de todos y comunicarle que ha puesto en marcha el proceso para prolongarle el vínculo.

Rubiales ha añadido también públicamente que la oferta será con un salario de «medio millón de euros por temporada, muy superior a los 170.000 que percibes ahora». Un respaldo a Vilda, que en todo momento arropó a su jefe desde el beso a Jenni Hermoso e incluso trató de mediar con los familiares de la futbolista para que compareciera junto a Rubiales en un vídeo grabado en la escala de un aeropuerto.

Vilda, sin embargo, también fue informado de que dejará de compatibilizar los cargos de seleccionador nacional femenino y de director deportivo, un puesto que cuando se consume la renovación del seleccionador pasará a estar en manos de Monte Tomé, actual segunda entrenadora del combinado femenino absoluto.

«Lo mereces, Jorge, hemos pasado mucho juntos. Eres el mejor entrenador del mundo del fútbol femenino», enfatizó Rubiales en el salón Luis Aragonés de la Ciudad del Fútbol de Las Rozas. Un apoyo firme al técnico al que el presidente sostuvo tras el famoso motín de 15 rebeldes que pidieron su cabeza.

En las horas previas a la asamblea se había especulado con que Vilda iba a presentar su renuncia al cargo de seleccionador nacional absoluto. Sin embargo, el técnico estaba dispuesto a cumplir su contrato, que expira en 2024, salvo que la Federación decidiera retirarle la confianza.

Esas informaciones que apuntaban a la renuncia de Vilda no eran nuevas porque se habían sucedido en las últimas fechas. En los días previos a la final del Mundial se llegó a especular incluso con un posible adiós del seleccionador nada más finalizar el encuentro ante Inglaterra, con independencia de su desenlace.

No se cumplieron esas predicciones, pero la realidad es que el futuro de Vilda en el banquillo de la selección absoluta seguía estando en el aire. De hecho, al técnico no se le vio en el autobús descapotable que condujo a las internacionales españolas hasta Madrid Río, escenario final de los festejos por el título. Allí, mantuvo un perfil muy bajo y apenas fue citado por ninguna de las jugadoras que tomaron la palabra durante el acto festivo.