El Varea cede por la vía rápida

El Varea mostró carácter desde el inicio, pero el conjunto canario encontró pronto facilidades para romper sus línease con pases rápidos, gracias a su superior calidad técnica y a las ganas de los hombres menos habituales de Pepe Mel por lucirse en su oportunidad. Abriendo mucho el campo, consiguió la vía hacia el primer gol, que sentenció las ilusiones riojanas demasiado pronto. En el minuto 7, Lemos, un constante problema en la derecha, se desdoblaba a la espalda de Naceur y cedía para que Cedrés, desmarcado en el área, batiese por bajo a Benji.

Poco había durado el partido. Pese a ello, al Varea le anularon dos goles inmediatamente después, ambos de Ache, el segundo claro, el primero, dudoso, después de remachar un potente disparo de Dani Suárez, que puso a prueba a Valles. Fueron los minutos del espejismo arlequinado, en los que el Varea trataba de hacer valer su tradicional juego rápido hacia posiciones ofensivas. Forzó cuatro saques de esquina. Pero estos intentos ensanchaban los espacios de un Las Palmas que era tremendamente superior cuando llegaba a zona de peligro, jugando a su antojo con los defensores del Varea.

Un buen ejemplo fue el segundo gol canario, en el minuto 33. Tuya mía entre Lemos y Cedrés en el área, los mismos protagonistas del primer gol, anotando esta vez el lateral. Justo después, Immelo recibía muy cómodo en el área para marcar el tercero a la media vuelta.

Fue una buena noticia el descanso, tras el cual el Varea salió más asentado en defensa y con intensidad, mientras que Las Palmas también bajaba un punto su ímpetu con el partido ya resuelto. Pese a ello, los canarios pudieron anotar pronto en un centro que se paseó por el área pequeña y una llegada de Ardai que resolvió desviado. Poco más, y es que era el Varea el equipo que llevaba el peso del partido, tratando honrar su actuación. Madalin lo intentó con un peligroso disparo desviado, pero su rival seguía despierto, y en otra acción en corto en el área Curbelo puso el cuarto con facilidad.

Es un mérito a reconocer que el Varea no se bajó del partido, tratando hasta el final de maquillar la goleada en contra con juego ofensivo. Chimbo, Rubén y Diego estuvieron cerca. El Varea mereció ese gol que no llegó.