Isco y Asensio se enchufan en el set al Melilla

Como ocurriese en la temporada del histórico doblete Liga-Champions, el malagueño persigue la redención alistado en la 'unidad B', de la que tirará el técnico para encarar al equipo de la ciudad autónoma, que aspira a cerrar con dignidad un periplo copero que inició doblegando primero al Yeclano Deportivo, luego al Tudelano y por último al Ontinyent antes de toparse con el campeón de Europa que, dos días después del cambio de guardia en su banquillo, disipó cualquier espacio para la sorpresa con un ejercicio de autoridad que le permitió solventar el pase a octavos, pendiente tan sólo de la protocolaria rúbrica en el Santiago Bernabéu.

De mera formalidad en términos puramente clasificatorios, el choque ante el Melilla resulta sin embargo trascendente para un puñado de futbolistas que necesitan lucir sus virtudes para ganarse la confianza de cara a empresas mayores. No sólo Isco debe cargarse de argumentos con los que convencer a Solari de que merece un hueco en el once. También esos pujantes valores a los que el rosarino ha ensalzado en los últimos días. «Hay partidos durante la temporada que dan huecos para los jóvenes que vienen empujando desde abajo», manifestó este miércoles el argentino, que otorgará el foco a los noveles y concederá asueto a buena parte de los veteranos.

Pocos de los últimos serán de la partida en el coliseo blanco una tarde que, al margen de los lesionados Nacho, Casemiro y Kroos, se presenta abonada para el descanso de figuras como Benzema, Bale o el reluciente Balón de Oro, Modric. También de Marcelo, que se perdió el choque con el Valencia por molestias musculares que no invitan a arriesgar, o Carvajal, cuyo tremendo despliegue físico en duelos de máxima exigencia después de dos meses en el dique seco aconseja una jornada festiva en consonancia con la que se vivirá en el feudo de La Castellana un día en el que el club confía en compensar con precios asequibles para las entradas (desde 15 euros) y la afluencia de visitantes que por estas fechas tiene la capital el descenso de interés que podría fomentar el 0-4 de la ida.

Con Keylor Navas custodiando la meta en su función de portero para la Copa que estrenó precisamente ante el Melilla, volverá a hallar acomodo en la defensa Javi Sánchez, convertido de facto en miembro de la primera plantilla desde el ascenso de Solari, que podría formar el eje de la zaga junto a Vallejo, todavía inédito este curso por una sucesión de percances que han avivado el debate sobre la conveniencia de reclutar otro central en el mercado invernal. Reguilón cubrirá el lateral zurdo y Odriozola regresará al carril diestro para medirse al equipo contra el que firmó su estreno como goleador del Real Madrid

Fijo en la medular es Marcos Llorente, que ha disputado como titular todos los partidos de Copa desde que retornó al Real Madrid. El madrileño, que volvió a ser de los destacados ante el Valencia, tendrá por delante a Isco y Fede Valverde. El desequilibrio por las alas lo tendrán que aportar Marco Asensio, goleador en la ida, y Vinícius, asistente entonces del balear en un encuentro en el que dejó un reguero de acciones para el recuerdo pero que no ha vuelto a disfrutar de la titularidad desde que lo hiciese en la ciudad autónoma, contabilizando apenas 61 minutos en el último mes. Más en cualquier caso que Mariano, que sólo disputó 13 frente a la Roma y que podría partir por primera vez de inicio con Solari.

Líder del Grupo IV de Segunda B, el Melilla, que cuenta por victorias los cinco partidos que ha jugado desde que hincase la rodilla frente al Real Madrid, afronta la visita al Santiago Bernabéu como un regalo. Así lo considera su técnico, Luis Miguel Carrión, que revolucionará el once «para que puedan disfrutar» de la eliminatoria todos sus futbolistas. Regresará Menudo, baja las últimas seis semanas por una rotura en su aductor derecho, pero no estará Paco Aguza, que cayó lesionado en el isquiotibial izquierdo el pasado domingo ante el Atlético Sanluqueño.

Una

Dos tantos del balear, autor también de la asistencia que propició el tercero, fagocitaron el

Un bloque que salió determinado a poner en apuros a su poderoso contrincante y que tuvo varias ocasiones para ello, primero con un disparo alto de Yacine y luego con un latigazo de Jilmar que desvió Mizzian para exigir una buena intervención de Keylor Navas, pero que acabó

Había acudido Solari el envite con un batallón plagado de savia nueva y

Sin nada en juego más que la imagen y una serie de desafíos individuales, resultó loable la actitud de los locales, que dotaron de ritmo trepidante al partido a medida que se diluía el empuje del Melilla. Diapasón que respondía a la gallardía del once blanco,

Amo del encuentro a esas alturas, el Madrid

Fruto el primero de una conducción del balear rubricada con un disparo al palo largo, llegó el segundo sin respiro como corolario a una acometida de Vinícius que tras amagar por dentro se zafó de su defensor saliendo por fuera para soltar un pase atrás que no desaprovechó el mallorquín.

Liberado de la presión que le viene atenazando desde que el club le situó como referente de la era post-Cristiano, el '20'

Un toque sutil digno del mejor delantero para un central que brilla en sus prácticas con los mayores y que en la recta final

Sentenciado ya el duelo, Solari dio carrete a Ceballos, que a los dos minutos de suplir a un de nuevo notable Marcos Llorente, dio el pase a Isco que permitió al de Arroyo de la Miel

Certero en un par de acciones en el primer tiempo, el arquero sería