Ousmane Dembélé se dispone a rematar durante el partido ante la Real Sociedad. Pau Barrena (Afp)
Análisis

Dembélé termina con cualquier tipo de debate

El francés demostró este miércoles ante la Real Sociedad por qué es el único extremo imprescindible para Xavi

DANIEL PANERO

MADRID

Jueves, 26 de enero 2023, 18:14

El Barcelona fue este miércoles ante la Real Sociedad todo lo que quiso Ousmane Dembélé. El futbolista galo, de 25 años, cuajó uno de sus mejores partidos desde que viste la elástica azulgrana y demostró por qué es en la actualidad el único extremo ... indiscutible para Xavi. Ni Ferran Torres, ni Ansu Fati, ni Raphinha. El extremo que no puede faltar nunca en el once culé es el Mosquito. Un futbolista que ha dado la vuelta a la tortilla y que está listo para ser la estrella que apuntaba cuando despuntó, primero en Francia y después en Alemania.

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«Es un futbolista que ha madurado mucho. Es letal con la velocidad que tiene, un puñal. Veo la cara de los laterales y sufren. En el Barcelona no es fácil dar la vuelta a la tortilla. Ha sido silbado y ahora recibe ovaciones, así que me alegro mucho por él», afirmó Xavi al ser preguntado por Dembélé tras el partido frente a la Real Sociedad. El técnico egarense no quiso escatimar en elogios hacia un futbolista para el que siempre ha tenido una predilección especial, un jugador en el que nadie ha creído más que él dentro del club culé.

Xavi recoge ahora los frutos que sembró en mitad de la tempestad. Él respaldó a Dembélé una y otra vez ante las pitadas del Camp Nou y sabe que el ex del Dortmund es el futbolista más desequilibrante que tiene en la plantilla en la actualidad. Y es que para Xavi no hay otro jugador que se acerque al nivel de Dembélé en los extremos, tanto en el esquema 4-3-3 como en el cada vez más habitual 4-4-2. Ousmane ha jugado este curso 1.836 minutos, solo por detrás de Ter Stegen (2.280), Pedri (1.991) y Lewandowski (1.990). Los minutos del galo son todavía más elevados si se comparan con los de la competencia. Atrás quedan Raphinha (1.256), Ansu Fati (1.025) o Ferran Torres (988). Ninguno es tan fijo como el '7'.

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Este miércoles frente a la Real Sociedad demostró el porqué. Dembélé estuvo omnipresente a lo largo de toda la noche. Fue el futbolista que más veces disparó a portería (2), el que más ocasiones creó (3), el que más veces regateó con éxito (5) y el que más centros puso en el área rival (4). Estuvo en todas partes y lo hizo adaptándose a un dibujo que le libera un poco más de tareas defensivas gracias al hombre extra que Xavi ha dispuesto en la medular. La actuación de Dembélé fue todo lo que se puede esperar de un jugador con el que no hay medias tintas, capaz de lo mejor y de lo peor. En apenas cinco minutos el Camp Nou ya sabía quién iba a ser el que resolviera la papeleta y comenzó a murmurar cada vez que decidía encarar a Diego Rico, víctima de sus continuas galopadas.

El Camp Nou, rendido

La exhibición de Dembélé tuvo su culmen cuando Xavi decidió retirarle del terreno de juego a falta de seis minutos para la conclusión del choque. El Camp Nou se puso en pie y le dedicó una atronadora ovación como hacía tiempo que no se veía en el feudo culé. El aplauso de la grada fue unánime y recompensó a un futbolista que llegó a estar más fuera que dentro de la entidad y que ahora se ha convertido en una de las grandes esperanzas del club, tal y como demuestran sus números este curso. En apenas 26 partidos ya suma ocho goles y siete asistencias, cifras de auténtico crack y de un jugador imprescindible en el nuevo proyecto.

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