El Comillas comienza el sueño

Ha sido una primera mitad desbordante de ritmo y emoción. No ha podido empezar mejor para el Comillas, que ha anotado en su primera llegada. Una jugada por la banda derecha a sido culminada por Jadraque para adelantar a los de Javi Adán. El encuentro se le ponía de cara a los locales, ante el delirio de un público que ha dejado pequeño el Mundial 82. Pablo hacía daño en la banda derecha, pero el Barquereño ha demostrado tener un punto de veteranía. Primero, fiado a la velocidad de jugadores como Iñaki y, ya en el minuto 26, encontrando la igualada gracias a su insistencia.

Un saque de esquina que se podía haber evitado se convirtió en una quíntuple ocasión de gol para los cántabros. La defensa y el portero del Comillas ejercían como frontón hasta que Iñaki ha encontrado un resquicio para romper el muro de los riojanos.

Vuelta al punto de partida con emoción multiplicada. Los dos contendientes se repartían oportunidades a un ritmo loco. El centro del campo era una zona de paso. Borja, a la carrera, intentaba una cuchara que se convertía en un pase que Crístofer cabeceaba a las manos de Arróniz. Antes del descanso, Pablo ha tenido la ocasión de igualar pero su disparo era detenido por el meta del Barquereño en dos tiempos.

Restaban 45 minutos y quedaba por saber quién iba a aguantar mejor el ritmo. Y los montañeses lo han ido bajando. Crecía en el Barquereño la dureza pero perdía en movilidad. Al Comillas, con la tensión del paso de los minutos y la dureza de sus rivales, le ha costado encontrar el fútbol, su arma. Lo ha encontrado ya en la recta final, después de sufrir el miedo con una preciosa jugada de Borja en el área riojana que, afortunadamente, no ha hallado rematador. A la contra, Borja la ha tenido. Era el minuto 71 y, solo ante el portero, ha buscado el pase en vez de rematar. Poco después, en el 79, Jadraque controlaba en velocidad para encarar a Alberto y el meta respondía con un paradón. La prórroga se ha convertido en una posibilidad más que real, más cuando los dos conjuntos, exhaustos, no han podido acercarse más con peligro a la portería del adversario.

El inicio del tiempo extra ha sido una muestra del agotamiento de ambas plantillas. Continuos parones por problemas musculares han provocado que se juegue poco en la primera mitad. El Barquereño parecía tener confianza en los penaltis. En el 102, la igualdad la ha podido romper Arza, con una incorporación por la banda izquierda, pero su tiro ha resultado flojo, aunque intencionado.

No ha cambiado la dinámica del encuentro en los postreros quince minutos: más cansancio, más tensión, menos fútbol. El ansia por no perder primaba en ambos conjuntos. Sólo un remate muy flojo del cántabro Mario ha generado peligro. Exhaustos, llegaba la hora de los penaltis.

Y ahí, con toda la emoción del mundo, incluidos dos fallos, el Comillas se ha hecho con el premio. Arróniz, con dos paradas, y un fallo del montáñes Chiri han dado el pase a los riojanos. La Copa es del Comillas. Espera un Primera y un sueño. A lo grande, el Comillas comienza su viaje.