La rebeldía de Ceballos y Asensio

El agónico triunfo frente al Villarreal, cimentado a partir de la entrada de los dos futbolistas españoles en la segunda parte, evitó un descalabro que habría destapado la caja de los truenos en Chamartín, cuatro días después de la debacle en la Supercopa de España. Alarmado por la falta de energía y de ideas del bloque que había naufragado en otro primer acto muy deficiente de su equipo, Carlo Ancelotti recurrió a dos integrantes de esa exigua clase media a la que concede poco protagonismo en busca de revulsivos. La irrupción del mediocentro y del extremo sirvió para cambiar la suerte del colectivo y refrendó la valía de ambos para un proyecto que necesita agregar soldados a la causa.

«Cambiaron la dinámica del partido. Pusieron más calidad y energía en el campo. Fueron determinantes para dar la vuelta al marcador y a la eliminatoria», elogió Ancelotti al término de un encuentro que empezó a virar después de que el Villarreal perdiese por lesión a dos bastiones defensivos como Albiol y Foyth, pero que entró en combustión con el gol de Vinicius que permitió al Real Madrid recortar distancias, preludiado por un pase magistral de Ceballos. El volante participó también en el tanto del empate, generado a partir de un centro suyo que cabeceó Benzema y remató Militao. La rúbrica a su partidazo llegó a cuatro minutos del final, recogiendo un servicio de Asensio para definir con el interior.

«Es verdad que hemos hecho una mala primera parte y el partido se nos puso cuesta arriba. Pero como dice el míster, cuando peor estamos sacamos esas ganas y ese coraje que nos enorgullecen del escudo. Así le hemos dado la vuelta al partido», arguyó un Ceballos que por fin tuvo el brillo que tanto perseguía.

El ex del Betis es uno de los futbolistas menos empleados por Ancelotti en lo que va de campaña. Solo ha disputado 442 minutos repartidos en 16 partidos, lo que le sitúa únicamente por delante de Hazard, Vallejo, Odriozola y Mariano. Llueve sobre mojado. El curso anterior, lastrado por una lesión en el tobillo izquierdo que sufrió durante los Juegos Olímpicos de Tokio y que le impidió debutar hasta enero, solo participó más que Bale. Tampoco en las dos primeras temporadas en las que vistió la elástica blanca, antes de salir cedido al Arsenal, tuvo fortuna.

Su bagaje con el Real Madrid asciende a 90 partidos, en los que ha marcado seis goles y repartido otras tantas asistencias. Demasiado poco para un medio que llegó a Chamartín como firme apuesta de futuro en 2017, tras ser designado MVP del Europeo sub-21 de aquel año. El pasado verano coqueteó con regresar al Betis, pero no pierde la fe en dar la vuelta a su situación en el Real Madrid. «Con esta camiseta cualquier minuto hay que aprovecharlo, sean más o sean menos», asume con disciplina un futbolista que no regatea en entrega y rezuma clase.

Algo más de presencia que Ceballos, aunque lejos del rol que ambiciona, tiene Asensio. El mallorquín contabiliza 663 minutos esta temporada, tras verse relegado a la condición de tercer espada en el flanco derecho del ataque por la pujanza de Valverde y Rodrygo. Sin embargo, se aprecia una evolución positiva. Muestra más garra en los últimos meses, como demostró en el balón que peleó ante el Villarreal cuando se marchaba por la línea y que cedió atrás para que Ceballos completase el asalto a La Cerámica. «En el vestuario hemos hablado de que se podía remontar y que teníamos que mostrar ese carácter que tenemos todos dentro. Hemos hecho una gran segunda parte y hemos dado la vuelta al partido», celebró el '11'.

Asensio ha disputado 21 partidos este curso, en los que ha anotado tres goles y repartido otras tantas asistencias. Más implicado en labores de intendencia, paulatinamente va aflorando esa rebeldía que tanto echaba de menos su zurda de oro, lo que ha abierto la puerta a una renovación que meses atrás parecía una quimera. «Se están hablando las cosas, veremos a dónde llega. Estoy centrado en lo mío y en el próximo partido. Ojalá todo llegue a buen puerto. Yo quiero renovar y estar en el Madrid mucho tiempo más, pero no es algo que dependa solo de mí», explicó al cierre del pleito en La Cerámica.