Secciones
Servicios
Destacamos
Tras el paso errático por la Catedral de dos gigantes como el Barcelona y el Real Madrid, San Mamés se engalana para otra gran noche de la Copa con ocasión del choque de ida de semifinales que mide este jueves al Athletic y al Valencia. ... Las garras de los leones cercenaron las esperanzas coperas de azulgranas y merengues, pero fueron sendos duelos a vida o muerte.
En este caso, sin embargo, Mestalla escenificará el próximo miércoles 2 de marzo el desenlace de esta eliminatoria a doble partido entre el segundo y el quinto equipo más laureados de la competición. Entre Athletic y Valencia suman 31 títulos, 23 de los vascos y 8 de los levantinos y 56 finales (19 y 17). El balance de sus duelos históricos, bastante equilibrado, con cuatro victorias para cada uno, si bien los bilbaínos se impusieron las dos veces que se midieron en penúltima ronda y al final levantaron la Copa.
A priori, la eliminatoria está marcada por la polémica con el calendario y las lógicas quejas del técnico del Athletic, Marcelino García Toral. Si en la ida el Valencia va a disfrutar de casi un día y medio más de descanso, en la vuelta el agravio es todavía mayor. Los blanquinegros dispondrán de dos días más de asueto al jugar el encuentro previo de Liga ante el Mallorca el viernes mientras que el Athletic visitará el domingo a las 21:00 horas el Camp Nou.
Expectación por el reencuentro entre Marcelino José Bordalás, dos técnicos cuya relación ahora es cordial pero fue muy tensa cuando el primero entrenaba al club de Mestalla y el segundo al Getafe, y se midieron en los cuartos de final de la Copa de 2019. En la previa del primer partido, el asturiano aludió al juego duro del equipo madrileño. Horas después, tras el 1-0 a favor de los azulones en el primer asalto, Bordalás le respondió con dureza: «Yo no tengo nada con ningún entrenador y Marcelino sí ha tenido problemas con muchos colegas», recordó. La vuelta se saldó con la polémica clasificación del Valencia con dos goles de Rodrigo Moreno, tangana y dos entrenadores que evitaron saludarse.
Marcelino, presente en las tres últimas finales, la primera precisamente con el Valencia y las dos siguientes perdidas con el Athletic, buscará su cuarta final consecutiva con un plan similar al que le permitió doblegar al Madrid. Intensidad, profundidad y mucha gente incorporada al área rival tras robar el balón. Una idea que exige máximo esfuerzo y por ello el entrenador del Athletic dio descanso el lunes ante el Espanyol a casi todo su equipo titular. Solo mantuvo de inicio a Íñigo Martínez y los García, Dani y Raúl, tres piezas básicas.
Tras haber sumado solo dos puntos de los últimos 15 posibles en Liga, donde el Valencia está a cinco puntos del séptimo puesto, el conjunto de Bordalás se agarra a la Copa para volver a ganar un título y encontrar el camino más rápido y directo para jugar en Europa. Muchos problemas para Bordalás en defensa, ya que Gabriel Paulista está lesionado y Alderete y Diakhaby no se encuentran en plenitud. Además, Hugo Guillamón fue operado el lunes tras haber sufrido una fractura en el tabique nasal y aunque quiere estar en el partido lo haría con una máscara.
La semifinal de Copa entre Athletic y Valencia prometía intensidad, incluso batalla, e igualdad durante 180 minutos. En los primeros 90, la realidad respondió a lo esperado como un calco. Espadas en todo lo alto para la vuelta en Mestalla, con un trabado empate a uno en San Mamés que fue una exhibición de despliegue físico marcada por la falta de continuidad propia de los partidos broncos. Se adelantó el Athletic a través de Raúl García y amagó con derribar a su oponente, resucitado en la segunda parte tras un tanto de Hugo Duro que vale su peso en oro.
Fiel a su idiosincrasia copera, el Athletic salió presionando arriba al Valencia, tal y como hizo contra el Barça en octavos y frente al Madrid en cuartos. Su espíritu es indomable al amparo de San Mamés, más aún con la tercera final consecutiva de Copa del Rey en juego, un aliciente de altura. Esta vez no tenían enfrente los leones el talento de azulgranas y blancos, pero sí un orden táctico impecable, propio de los equipos de Bordalás. El Valencia demostró pronto que estaba dispuesto a igualar la intensidad local, incluso superarla, como fue el caso de la jugada que acabó con centro de Gayà desde el perfil izquierdo y cabezazo elevado de Hugo Duro. Con el talento de Guedes como verso libre y la verticalidad de Bryan Gil por el carril zurdo, el conjunto che plantó desde el primer momento el desafío en La Catedral.
El ritmo era trepidante, con Iñaki Williams a la carrera frente a Ilaix Moriba y poniendo un buen centro que Muniain no pudo hacer bueno de cabeza. No es el fuerte del técnico jugador navarro. Pasaban los minutos y el Athletic ganaba metros. Sin embargo, para generar la más peligrosa los atacantes rojiblancos ni siquiera necesitaron tocar balón. Diakhaby salió a por un pase en largo local pero cedió atrás una auténtica hipoteca para Mamardashvili. El georgiano se la jugó al intentar golpear de primeras en lugar de controlar y el resultado fue que el esférico le superó y finalmente salió desviada con suspense para alivio valencianista general.
Athletic
Agirrezabala, Lekue, Yeray (Vivian, min. 46), Iñigo Martínez, Yuri, Berenguer, Dani García (Zarraga, min. 78), Vesga, Muniain, Raúl García (Sancet, min. 68) e Iñaki Williams (Villalibre, min. 78).
1
-
1
Valencia
Mamardashvili, Thierry, Diakhaby, Alderete, Gayà (Lato, min. 84), Foulquier, Soler, Ilaix Moriba (Racic, min. 95), Bryan Gil (Hélder Costa, min. 84), Guedes (Musah, min. 75) y Hugo Duro (Marcos André, min. 94).
Goles: 1-0: min. 37, Raúl García. 1-1: min. 65, Hugo Duro.
Árbitro: Munuera Montero (Comité andaluz). Amonestó a Foulquier, Diakhaby y Hugo Duro, del Valencia, y Dani García, por el Athletic. Expulsó a Maxi Gómez en el túnel de vestuarios.
Incidencias: Partido de ida de semifinales de la Copa del Rey disputado en San Mamés ante 45.000 espectadores.
Más allá de la pifia entre el central francés y el guardameta georgiano, los méritos eran del Athletic, muy peligroso a balón parado y con las llegadas de Iñaki Williams, generador de ocasiones consumado pero con sus habituales problemas para transformarlas en goles a través del remate. La película de partido apuntaba a la ventaja local y esta vez no hubo giro de guion. Muniain forzó la falta en la frontal y él mismo se encargó de botarla con maestría, para que el veterano Raúl García le ganase la posición al novel Ilaix Moriba y empujase de cabeza a la red.
Delirio en San Mamés y sensación de alivio en el Valencia cuando Munuera Montera indicó el camino a los vestuarios, pues el castigo pudo ser mayor con el Athletic encendido y Dani García exhibiendo la firme intención de ensayar su buen disparo lejano. Le hizo mucho daño el tanto al equipo de Bordalás, víctima de los errores de bulto en el pase, y el descanso llegó justo a tiempo para calmar los ánimos después del encontronazo entre Raúl García y Diakhaby.
Se esperaba un partido de alta tensión y el desarrollo de los acontecimientos respondía a la expectativa. Mucha brega y pequeñas batallas en cada rincón del campo tras la pausa, con la incógnita de la capacidad de respuesta del Valencia a una situación adversa. Mientras sobraba intensidad sobre el verde se echaba en falta acierto y precisión en el último pase. Demasiados parones, demasiados fallos en la entrega. Poco que ver con lo que se había visto en Vallecas 24 horas antes, en la otra semifinal del torneo del KO. Y es que ambos encuentros respondieron a los estilos de los contendientes.
En medio de la espesura, la llave del empate para el Valencia pasaba por el vértigo de Bryan Gil. El canterano sevillista se sacó un buen centro de zurda, que Foulquier metió de lleno en el área vasca, sin que nadie rematase. Hasta el momento se echaba en falta un '9' al uso, pero Hugo Duro se iba a encargar de despejar las dudas con el empate. El madrileño solo tuvo que empujarla, pero ahí estaba tras un paradón de Agirrezabala a Bryan Gil en la primera intentona.
Con la ventaja, el Valencia creció para hacerse incluso acreedor de la victoria. Dominó durante buena parte de la segunda parte, con más mordiente, e incluso reclamó un posible penalti de Vivian sobre Hugo Duro en la jugada polémica del partido, pero acabó valorando un buen empate ante el inevitable arreón final del Athletic. Mestalla tiene la última palabra.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.