El Alfaro despierta del sueño con un apagón y polémica

Como fiesta que debía ser, fue tal la expectación por recibir a un histórico del fútbol español en Alfaro, aunque ande en horas bajas penúltimo en Segunda División, que entraron al campo alrededor de un millar de personas. Entre ellos, algún aficionado tinerfeño que se dejó ver.

A las nueve de la noche, las ocho en Canarias, saltaban los equipos al campo. Y el Alfaro con un once que recordó mucho al que defendía la camiseta la pasada temporada. Muchos interpretaron la alineación como un premio de Óscar Gurría a quienes lograron el ascenso y el premio de la Copa. Aunque era una fiesta, el millar de personas guardaron un emocionado minuto de silencio en respeto a las víctimas del desastre de la DANA.

Ya con el balón en juego, sobre un campo húmedo y pesado, la primera llegada fue alfareña, con un centro de Balda al área desde la izquierda. Encontró el Alfaro un Tenerife con la defensa muy adelantada. La grada celebraba cada metro avanzado. Y el Alfaro se fue arriba. En el 10, la defensa birló de la cabeza de Jiménez en el área un centro de Lacruz. El Alfaro llegaba, sobre todo por la derecha. Quiso marcar terreno el Tenerife desde el 15 con un disparo desde la frontal de Aarón. O con un centro de Mellot que se paseó ante la puerta de Pinillos. Pero el Alfaro seguía queriendo. En el 20, Aguado probaba desde la frontal. Fue el primer disparo a puerta.

Pinillos comenzó a tener más trabajo. En el 26, Waldo puso un buen córner al área que cabeceó Alves y atrapó el portero blanquillo. A la siguiente, tapó la entrada de Ángel. En el 35, se lanzó a atajar otro centro de Mellot desde la derecha. Tres minutos después, Waldo empalmó con peligro un disparo a la carrera.

Tras el descanso y el tiempo para el bocadillo, el Alfaro salió con presión alta. En el 51, un centro de León llegó a Lacruz en el pico del área pequeña. La defensa tapó el disparo. Fueron los mejores minutos alfareños. Jugaba en campo de ataque, con un Tenerife centrado en negar los últimos metros. En el 62, Fer Rubio mandó alta una bolea. Gurría introducía cambios con toda la intención ofensiva.

En el 70, Guerrero empalmó un rechace con enorme potencia. Lo frenó Aitor con la cabeza. Cayó conmocionado. No fue el único contratiempo. Se le salió el hombro al tinerfeño Aaron. Se lo metieron y siguió jugando. A la siguiente, en el 77, Parada sacó la entrada de Yanis al área. En la respuesta, Soeiro controló un balón en el área. Le bloqueó la defensa. En el 87, León recortó desde la derecha, se plantó ante Nalda. Salvó. Volvió a hacerlo a bocajarro ante el segundo intento de Casas. La grada empujaba. Tuvo la última antes de la prórroga Ayensa en una nueva entrada por la derecha de León.

Empezó mejor el Tenerife la prórroga. Hasta que en el 4 se fue la luz. Apagón. Volvió a los cuatro minutos. Abrió Soeiro con un robo y un carrerón, remató cruzado. Pese al paso de los minutos, el Alfaro siguió intenso en defensa y buscando la contra ante la subida de líneas del Tenerife.

En el primer minuto de la segunda parte, Waldo puso un centro al segundo palo. León derribó a Alassan. Vio la roja. Penalti. Gallego lo mandó alto ante el júbilo alfareño. Dos minutos después, el árbitro decretó un protestadísimo penalti. Aitor vio la segunda amarilla. El entrenador Óscar Gurría, la roja con la grada gritando «Esto es un atraco». González lo transformó ante la indignación alfareña absoluta. En los últimos compases, después de otra falta dudosa, González remató el segundo. La Copa se convirtió en una vergüenza para los alfareños.