El Alcoyano pone otra pica en la galería de los horrores blancos

Hasta en cinco ocasiones en lo que va de siglo se ha marchado el Real Madrid de la Copa del Rey a las primeras de cambio tras sucumbir con un equipo de Segunda B. La veda la abrió el Toledo en la temporada 2000-2001, cuando la escuadra castellano-manchega doblegó en el Salto del Caballo a un conjunto que venía de amarrar su octava Copa de Europa a las órdenes de Vicente del Bosque. Por entonces el torneo estrenaba formato a partido único y el Real Madrid no pudo pasar de treintaidosavos de final, pese a acudir al envite con futbolistas de la talla de Fernando Hierro, Morientes o Savio.

Al 2-1 que le endosó el Toledo se sumó, seis años después, otra estrepitosa eliminación del Real Madrid, esta vez a manos del Real Unión de Irún. La Copa volvía a disputarse a doble partido y los blancos se confiaron. El equipo que por entonces tutelaba el alemán Bernd Schuster cayó a domicilio por 3-2 y fue incapaz de darle la vuelta al cruce en el Santiago Bernabéu, pese a imponerse por 4-3 con un 'hat-trick' de Raúl González.

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Pero la humillación más dolorosa estaba por venir. Corría la temporada 2009-2010 cuando el Real Madrid, con Manuel Pellegrini al frente, acudió al Estadio de Santo Domingo para medirse al Alcorcón en dieciseisavos de final. En el once visitante despuntaban Raúl, Benzema o Guti, pero la escuadra local le dio un repaso de los que hacen época: 4-0. Los blancos fiaron su suerte a la vuelta en el Bernabéu, pero la pírrica victoria por 1-0, con gol de Rafael Van der Vaart, fue insuficiente para arreglar un oprobio que dejó sentenciado al preparador chileno.

Aún más esperpéntico, eso sí, fue el efímero paso del Real Madrid por la Copa del Rey 2015-2016. Los blancos, a los que entrenaba Rafa Benítez, se presentaron en el Ramón de Carranza para enfrentarse a un Cádiz que por entonces militaba en el Grupo IV de Segunda B. Ganaron por 1-3 con un gol de Cheryshev y un doblete de Isco. Pero el ruso arrastraba un partido de sanción de la campaña anterior, hecho que pasó inadvertido para el staff del Real Madrid, y su presencia hizo que a los blancos se les excluyese de la competición en treintaidosavos por alineación indebida.