El Alavés disputará su primera final de Copa del Rey

Será la tercera ocasión en que vascos y gallegos midan sus fortalezas y debilidades en menos de un mes. Los dos duelos anteriores constataron que las fuerzas andan muy parejas pese a lo diferente de sus estilos. Una victoria celeste cuando el tiempo reglamentario tocaba a su fin en Liga y un empate en medio del lodazal en que el temporal convirtió el césped de Balaídos la pasada semana. Un estadio que se ha erigido en protagonista inesperado de las jornadas previas al choque de este miércoles cuando los focos debían apuntar a Mendizorroza. La suspensión del partido de Liga que debían disputar el pasado domingo el Celta y el Real Madrid a causa de los desperfectos ocasionados por las inclemencias meteorológicas en la cubierta del recinto gallego ha acaparado la atención que debiera haberse dirigido hacia lo puramente futbolístico. La decisión de las autoridades permitirá llegar al cuadro dirigido por Eduardo 'Toto' Berizzo con las piernas más frescas que los jugadores de Mauricio Pellegrino. La sensibilidad ante una cita tan crucial es máxima y cualquier detalle se escruta con lupa. Demandó el Alavés que, en aras de «la igualdad de condiciones y con el objetivo de no alterar la competición de la Copa del Rey», fuera aplazada también su visita al Molinón. Una solicitud que no fue atendida.

El Glorioso hubo de jugar frente al Sporting mientras los gallegos reservaban fuerzas. Optó su técnico por el plan B, reservando a algunas de sus piezas capitales para la crucial cita de este miércoles. Hombres como Marcos Llorente, Kiko Femenía o Laguardia contemplaron desde el banquillo cómo los suplentes aplastaban al cuadro de Rubí por 2-4. Otros como Theo, Feddal o Camarasa ni siquiera se sentaron a pie de césped. Deyverson y Manu García fueron los únicos, al margen del portero Pacheco que disputó completos ambos encuentros, que gozaron de minutos respecto a quienes fueron titulares en la ida del torneo del K.O. No podrán agarrarse por tanto los vitorianos a la excusa de esos 90 minutos en caso de ser apeados por el Celta. Y tampoco tiene intención de ello el 'Flaco', como dejó claro en la rueda de prensa previa al partido que podría dar al Alavés el pase a la final de Copa por primera vez en su historia. «No hay ningún tipo de peros para el partido», remarcó el técnico argentino. «Este tema es historia, ahora lo importante es el partido», agregó.

Recuperará el entrenador local a su once de gala, con Pacheco bajo palos y una defensa conformada por Kiko Femenía, Víctor Laguardia, Zouhair Feddal y Theo Hernández. Marcos Llorente y Manu García volverán a manejar el timón en el centro del campo, apoyados por un Víctor Camarasa que se convirtió en el jugador más peligroso del equipo albiazul en el encuentro disputado hace una semana. Ibai Gómez y Gaizka Toquero ocuparán las bandas, dejando a Deyverson la misión de pelearse con los centrales celestes.

La goleada a domicilio ante el Sporting ha reforzado la moral de un cuadro que empieza a olvidarse de la misión con la que inició la temporada, salvar la categoría, para otear empresas mayores. «Un partido de esta entidad se da pocas veces, y lo vamos a tratar de aprovechar», subrayó Pellegrino. Reconoció que el Celta es un «gran equipo» pero se mostró convencido de que el Alavés «tendrá su oportunidad».

 Poco margen para la sorpresa

Enfrente tendrá a un viejo conocido. Berizzo, al que el exfutbolista de Barcelona, Valencia y Alavés se enfrentó como jugador cuando defendía la camiseta de Vélez Sarsfield y el 'Toto' vestía la de River Plate, para compartir más tarde el vestuario de la selección argentina y luego volver a cruzarse ya en los banquillos, confía en que la «ilusión» de disputar la final sirva a su equipo para superar a un rival farragoso que tendrá de su lado al público. Una ventaja que se ve contrarrestada por el hecho de que, tras el resultado de la ida, a los vigueses les vale cualquier empate con goles, mientras que a su adversario únicamente le sirve la victoria.

No aguarda sorpresas Berizzo de parte de su compatriota. «Me espero un rival similar porque siempre se comporta de la misma manera. El Alavés presiona, tiene las líneas muy juntas y aprovecha el balón detenido y el juego directo, pero también juega cuando sus medios tienen la pelota», señaló en la rueda de prensa previa al partido. Para combatir la intensa presión del conjunto vitoriano, el argentino apeló a la «inteligencia» y «paciencia» de sus jugadores.

Todo apunta a que el técnico celeste repetirá el once de la ida, con Sergio Álvarez en la portería y una defensa formada por Hugo Mallo, Cabral, Roncaglia y Jonny. Radoja y Marcelo Díaz sostendrán el mediocampo, con el 'Tucu' Hernández como enlace con los atacantes. Wass volverá a tener reservada la misión de contener las arrancadas de Theo, por lo que serán Bongonda y Iago Aspas a quienes les corresponda la tarea de desmontar el rocoso entramado defensivo de Pellegrino.

Con semejantes mimbres buscará el Celta colarse por quinta vez en su historia en la final. Para el Alavés sería la primera, lo que le permitiría sumarse a la nómina de equipos que alcanzaron la cita decisiva la campaña posterior a su ascenso a Primera. Ya lo lograron Sevilla, Castellón, Mallorca, Recreativo de Huelva y Zaragoza. El Glorioso quiere ser el sexto.

-Alineaciones:

Alavés: Pacheco, Kiko Femenía, Laguardia, Feddal, Theo, Marcos Llorente, Manu García, Ibai, Camarasa, Toquero y Deyverson.

Celta: Sergio Álvarez, Hugo Mallo, Cabral, Roncaglia, Jonny, Radoja, Marcelo Díaz, Hernández, Wass, Bongonda y Aspas.

Árbitro: Mateu Lahoz (Comité Valenciano).

Hora: 21.00 h. Mendizorroza

TV: GOL