Todo por decidir

Los pupilos de Javi Gracia y los de Ernesto Valverde suman cuatro encuentros sin conocer la victoria, síntoma de que la cuesta de enero se les está haciendo más larga de lo esperado. Este miércoles en La Rosaleda hubo más miedo que fútbol, aunque el empate no se alejó de la justicia.

Los de casa merecieron algo más, o al menos así lo expusieron, pero los últimos minutos animaron a un Athletic cuyo entrenador apostó por lanzarse al ataque con la presencia de Aritz Aduriz. El 'Txingurri' Valverde entendió que debía apretar las clavijas a un Málaga que ya estaba fundido.

Los blanquiazules, con Amrabat como principal referente, dominaron el esférico desde el comienzo, aunque fueron ellos quienes recibieron el primer susto en contra. Un lanzamiento lejano de Ibai Gómez a punto estuvo de batir al 'Memo' Ochoa, el elegido por Javi Gracia para el torneo copero.

No hubo gol, ni tampoco en una acción personal de Muniain, lo que aprovechó el conjunto boquerón para crecer con el paso de los minutos. Juanpi y Horta dieron buena cuenta de ello antes de alcanzar el tiempo de descanso y Tissone volvió a jugar diez meses después de su lesión. A partir de ahí, nada de nada hasta los últimos diez minutos.

Ni Málaga ni Athletic se volvieron locos hasta que, cuando se afrontaba el tramo decisivo, Valverde decidió imprimir una marcha más en los suyos, aunque no sirviese para batir la portería de Ochoa. El empate sin goles obliga a que el billete a semifinales --que sería el primero en su historia para el Málaga-- se decida en San Mamés la próxima semana.