El Calahorra se defiende ante la FIFA

Tomás Bonilla (Clucellas, Argentina, 23 años) llegó a Calahorra en el verano de 2019 firmando para el filial rojillo, donde se ha mantenido los dos últimos cursos. En algunos momentos ha formado parte de la dinámica de trabajo del primer equipo e incluso llegó a debutar en enero de 2020, cuando Miguel Sola le dio unos minutos ante el Real Unión en Irún. Fue su única participación en Segunda B y quizá lo que ha dado lugar a la reclamación de los clubes argentinos afectados. Y es que el resto de la trayectoria rojilla de Tomás Bonilla ha sido en Tercera División.

Pese a ello, el Atlético Rafaela, club de la segunda categoría del fútbol argentino, en cuya estructura Bonilla permaneció varias temporadas, consideró esta situación suficiente para demandar a la FIFA el pago de los derechos de formación del delantero, que también percibiría su anterior equipo, el Florida. El máximo organismo del fútbol mundial falló en favor de la reclamación, imponiendo al Calahorra el pago de 186.000 euros al Atlético Rafaela y de 12.000 al Florida.

El cobro por los derechos de formación es una herramienta establecida por la FIFA que se aplica «cuando se inscriba por primera vez como profesional», según el Reglamento sobre el estatuto y la transferencia de jugadores. Entonces deberá indemnizarse a los clubes que han formado previamente a dicho jugador.

Esta situación, aplicada habitualmente en el fútbol de primer nivel, sorprende en el caso del Calahorra y Tomás Bonilla, considerando además que el argentino siempre ha formado parte de su filial. Por ello el club recurrirá esta decisión. «Nuestros servicios jurídicos están trabajando en ello, vamos a defendernos y esperamos que la FIFA se retrotraiga», señala el presidente del Calahorra, Tomás Lorente.

Desde el club rojillo insisten en que Tomás Bonilla «jamás ha tenido ficha profesional» y que ha contado en estos años con «ficha 'amateur' en el filial». Además, el hecho de que llegase a debutar en Segunda B no ha variado esa condición ni está considerada la división de bronce una categoría profesional. Recalca Lorente que «el Calahorra lo ha tenido en todo momento con licencia aficionado y ha actuado con toda la legalidad». El presidente señala además que es sencillo acudir a datos que avalan esa condición de 'amateur' de Bonilla, como los registros de las federaciones riojana y española de los últimos años.

El Calahorra trabaja para responder a esta condena económica que dejaría las arcas del club muy tocadas, al tratarse de cifras desmesuradas para el fútbol modesto. Sus argumentos están claros, ahora será la FIFA la que tendrá que posicionarse.