Se buscan estrellas de fútbol en la España Vaciada

Su objetivo es doble: promocionar el deporte en los pequeños municipios de la provincia en busca de posibles «cracks» de fútbol y ayudar a estos pueblos a luchar contra el problema de la despoblación. El proyecto consiste en ayudar económicamente a las familias de canteranos y canteranas del Conquense para que el aprendizaje de los más pequeños en el fútbol sea posible sin renunciar a vivir en sus pequeñas localidades. Estas familias -de momento quince- recibirán ayuda económica del club.

En concreto, el Conquense subvencionará el 85 por ciento del coste anual a las familias que se desplazan desde una distancia superior a los 25 kilómetros a Cuenca para que sus hijos e hijas, desde la categoría benjamín, entrenen y compitan con el Conquense. «La ayuda tiene como fin amortiguar el gasto surgido de estos desplazamientos por la actividad deportiva, al tiempo que permite a estas familias seguir manteniendo su vida en los pueblos de la provincia», explica Carlos Morillas, director de la cantera del club.

Estas familias residen en pequeños municipios como Carboneras de Guadazaón, Huete, San Lorenzo de la Parrilla, Cañizares, Albalate de las Nogueras o Cardenete. «La iniciativa tiene dos objetivos claros: buscar y desarrollar el talento futbolístico de los jóvenes de la provincia y luchar contra la despoblación que sufren nuestros pueblos al ir perdiendo paulatinamente servicios por la caída del número de sus habitantes», añade el director de la cantera. «Es un puente para contar con el talento de aquellos lugares de la provincia en los que, por su situación, no haya un equipo de fútbol en una categoría determinada como puede ocurrir, por ejemplo, en el fútbol femenino.

De esta forma conseguimos una vía para que esos niños y niñas puedan jugar al fútbol, crecer y competir con la Balompédica, al tiempo que ayudamos a las familias a poder cumplir esa ilusión sin tener que cambiar su vida a la capital», añade el director de la Balompédica Conquense, un club fundado en 1946 cuyo mayor hecho histórico a lo largo de estas décadas ha sido un segundo puesto en la antigua Segunda División B.

Un club que se enorgullece de haber tenido como entrenador en sus casi 80 años de historia a Joaquín Caparrós y como jugador a Beñat Etxebarria, exfutbolista del Real Betis Balompié y del Athletic Club de Bilbao, un canterano del club vizcaíno que, precisamente, fichó por el equipo sevillano tras su exitoso paso por el Conquense.