El asistente Carlos Álvarez será internacional en el 2025

«El día se me ha hecho eterno y cuando he recibido la llamada del Comité no sabía cómo reaccionar. Me he abrazado con mi novia, pero no me salían las palabras. Ha sido increíble», explica Carlos Álvarez.

«Curiosamente, yo había empezado a arbitrar haciendo de juez de línea junto a su padre, Ernesto», recordaba César Soto en el 2020. «Cuando Carlos decidió ser ayudante, le dije que le veía muy bien y que si me quería acompañar», recuerda. Desde entonces, su vertiginoso ascenso a la élite ha ido siempre de la mano de Soto. «Somos, lo primero, amigos, y luego compañeros y me hace más feliz disfrutar esto juntos», señalaba.

Carlos Álvarez iba para futbolista. Cada semana se hacía un millar de kilómetros para acudir a San Sebastián desde Azofra. Jugaba en la Real Sociedad, en uno de sus equipos cadetes, después de iniciarse en el Náxara. Su padre era árbitro y el silbato siempre estuvo presente. Así que en aquella etapa comenzó a dirigir en Cadete y a asistir en Tercera División. Era el año 2006. Con el paso de los ejercicios tomó la decisión de pasar del centro de la zaga a la banda, con el banderín, aunque seguía pitando partidos en los campos riojanos.

El éxito de Carlos Fernández y Soto Grado no es el único para el Comité Técnico riojano, ya que dos colegiados han visto premiadas sus receptivas temporadas. Millán Bárcenas asciende como árbitro principal a Primera Federación y Diego Sarabia será árbitro principal en Segunda Federación. Por su parte, Miguel Sesma, como árbitro principal y Miguel Ortuño, como árbitro asistente, seguirán en Segunda División.