Alerta defensiva en el Madrid

Con Lucas Vázquez en la enfermería por un esguince en el tobillo derecho, Dani Carvajal aquejado de un proceso gripal y Odriozola, que no cuenta para Ancelotti, se ha llegado a producir un inquietante vacío en el lateral derecho que obliga a Nacho a ejercer de comodín, ese papel al que parece abocado durante su ya longeva etapa en el Madrid.

Este cambio de posición a su vez agrava la situación del eje de la defensa sin Eder Militao, al que Carletto espera como agua de mayo incluso para la final del Mundial de Clubes. Con la ausencia del central brasileño al técnico italiano solo le han quedado las opciones de Rüdiger y Alaba, sin que ninguno de los dos atraviese por un momento bueno de rendimiento, pues el papel de Jesús Vallejo es residual.

Así las cosas, la lesión de Ferland Mendy, el único lateral izquierdo específico de la plantilla, ha obligado a una reconversión del centrocampista Camavinga, que hasta ahora había cumplido en una parcela del campo ajena pero que naufragó estrepitosamente ante el Al-Ahly. El sufrimiento del galo frente al extremo egipcio Hussein El Shahat desnudó una realidad preocupante teniendo en cuenta el arsenal del Liverpool por el costado derecho, con las letales incorporaciones al ataque del carrilero Trent Alexander-Arnold y la calidad y el desborde de Mohamed Salah.

Pese a lo precario de la situación actual Ancelotti respira con el inminente regreso de Militao, por méritos propios el líder de la defensa madridista en los últimos tiempos. También espera la recuperación de Carvajal en las próximas horas. Dos inyecciones de energía que le permitirían trasladar al versátil Nacho hacia el costado izquierdo, donde también ha rendido a buen nivel, o situar de nuevo a Alaba en esa zona, pues el austriaco tiene sobrada experiencia aunque ahora mismo esté lejos del gran rendimiento que exhibió en su primer curso de blanco.