Kuyt se retira en lo más alto

«Es una decisión difícil de tomar, pero estoy orgulloso de mi carrera. Cumplí todos mis sueños», ha declarado el delantero en su despedida. Como para no estarlo. Desde que debutara en las filas del Utrecht allá por 1998, Kuyt ha recorrido los mejores campos del planeta marcando goles: fichó por el Feyenoord y se convirtió en un ídolo por su garra, Rafa Benítez lo reclutó para el Liverpool y lo transformó en un extremo trabajador, y también dejó huella en el Fenerbahçe. En 2015, cuando ya nadie daba un duro por su fútbol, regresó a casa, al Feyenoord. Y devolvió al equipo a la senda de los títulos, con una KNVB Beker (la copa holandesa) en su primera temporada y una liga en esta su segunda.

Sin embargo, y aunque ha terminado siendo clave gracias a sus 12 goles en la Eredivisie, Kuyt ha perdido protagonismo en las alineaciones de Gio van Bronckhorst. La llegada de Berghuis le desplazó a un segundo plano, aunque entre lesiones y sanciones ha terminado jugando 27 partidos de inicio. Sin embargo, la mayor competitividad que habrá en el Feyenoord la próxima temporada con la Liga de Campeones apunta a acentuar la tendencia, y el veterano delantero ha decidido dar un paso a un lado. Seguirá vinculado al club de sus amores, eso sí, a través de la Dirección Deportiva.

Todo un mito en la 'Oranje'

Con la selección holandesa, Dirk Kuyt también ha alcanzando el estatus de leyenda. Es uno de los ocho futbolistas que ha superado el centenar de partidos con la 'Oranje' (104, para ser exactos, en los que ha marcado 24 goles), y fue titular durante casi una década, en los mundiales de 2006, 2010 (en el que Holanda fue finalista) y 2014, y en la Eurocopa de 2008 (en la de 2012 apenas tuvo protagonismo). Su versatilidad y capacidad de sacrificio le permitió reciclarse ya en la cita de Brasil en la posición de carrilero, y fue capital para que el combinado dirigido por Louis van Gaal finalizase el campeonato en la tercera posición.