Villar devuelve 1,2 millones de dinero público

El dinero percibido por la FEF, que ascendía a 1.222.000 euros, en concepto de ayuda a la candidatura ibérica de España -junto a Portugal- para ser sede del Mundial de 2018, estaba destinado a cuatro programas en el extranjero. El montante de la subvención de la Administración estaba repartido en 462.000 euros para un proyecto de educación deportiva en Libia; 254.000 euros para un programa de capacitación para gestores de clubes y federaciones en Iberoamérica; 287.000 euros para programas de tecnificación internacional; y 219.000 euros para una escuela de fútbol para niños en Haití que jamás se construyó. La FEF se apropió de gran parte de esta última partida después de que el país caribeño fuese azotado por un terremoto, y el resto de programas previstos tampoco se cumplieron o se ejecutaron fuera de plazo.

Los cuatro programas deberían haberse ejecutado antes del 31 de agosto de 2011. Sin embargo, sólo se llegó a pagar con el dinero público un seminario jurídico para federaciones sudamericanas realizado en Cartagena de Indias a finales de agosto, según desveló el diario El Mundo. El reintegro de la ayuda pública supone la admisión definitiva por parte de la FEF de que la subvención otorgada por el CSD no fue empleada para los fines estipulados.

Según El País, la institución liderada por Ángel Villar desde hace más de 28 años intentó hacer creer al CSD que la ayuda se había empleado de forma correcta. Lo hizo mediante una facturación irregular que incluída viajes en coche con chófer de directivos federativos para tomar en Madrid un vuelo de la selección con destino a Costa Rica. En este país el equipo nacional iba a disputar un partido amistoso por el cual la FEF ya iba a cobrar una cantidad, pero el gasto se incluyó en la justificación del dinero público, así como cuatro billetes de avión para sendos empleados federativos por valor de 100.000 euros cada uno, cuatro veces más de lo facturado al resto de pasajeros.

El reintegro de la subvención federativa de hace casi siete años se produce en pleno proceso preelectoral, cuando Ángel Villar aún debe cumplir la ley y ajustar el reglamento de la FEF a la orden ministerial, para que puedan convocarse por fin los comicios a la presidencia, a finales de marzo o principios de abril, fecha prevista por el nuevo secretario de Estado para el Deporte, José Ramón Lete. El eterno presidente de la Federación Española de Fútbol (FEF) ha conseguido ya uno de sus grandes objetivos, que era apartar de su camino a Miguel Cardenal, y también retrasar un año las elecciones que debían haberse celebrado en el primer cuatrimestre de 2016. «El tema menor que queda por solucionar en una cuestión de interpretación y estoy seguro de que se va a subsanar en pocos días para que se celebren las elecciones», aseguró el lunes el presidente del CSD.