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Ignacio tylko
Jueves, 15 de diciembre 2016, 00:30
Tras superar de forma agónica ante el Deportivo el récord de victorias del Real Madrid de Leo Benhakker, ser líder destacado de la Liga con seis puntos de ventaja sobre el Barcelona y presumir del cuarto Balón de Oro de Cristiano Ronaldo, Zinedine Zidane se ... ha visto obligado a trazar las premisas de la humilidad para evitar que sus jugadores afronten con exceso de confianza la semifinal del Mundialito que les enfrenta este jueves al América de México en Yokohama. Una cita para la que el técnico francés no podrá contar con Gareth Bale y Sergio Ramos, ambos lesionados y decisivos en el certamen celebrado hace dos años en Marrakech (Marruecos), ya que marcaron tanto en la semifinal ante el Cruz Azul (4-0) y también en el duelo decisivo contra el San Lorenzo de Almagro (2-0). De aquel equipo titular de Carlo Ancelotti ante los campeones de la Concacaf sólo faltan en la actual plantilla Iker Casillas y Asier Illarramendi. Si la comparación se amplía a todo el grupo, ya no están los Khedira, Jesé Rodríguez, Álvaro Arbeloa, Medrán y Chicharito Hernández.
«Con la camiseta no se ganan partidos y debemos trabajar mucho para derrotar al América. Será un encuentro difícil en el que no se sabe quién tendrá la pelota. Cada encuentro hay que lucharlo y seguro que tendremos problemas porque una semifinal siempre está al 50% y el rival es muy bueno», insistió Zidane, más cauto incluso que de costumbre, en la conferencia de prensa que ofreció este miércoles. Sabe el técnico que mucha gente entiende que para los campeones de Europa se trata casi de un trámite, ya que siempre alcanzaron la final, mientras que para el rival será un partido para engrandecer su centenaria historia. «Estamos acostumbrados a eso. Para la Cultural también era el partido de su vida en Copa. Por eso, tenemos que meter la concentración necesaria para contrarrestar esa ilusión del América», incidió el preparador marsellés, convencido de que «se trata de una competición diferente a todas, en la que lo más complicado es acostumbrarse al 'jet lag' y recuperarse del largo vieje, pero importante para el prestigio del club».
Tras los pasos Pep Guardiola, capaz de ganar la Champions y el Mundialito en su primer año con el Barcelona, Zidane no conquistó la Liga pero sí ha transformado al Real Madrid en poco más de un año. Hace 12 meses, el club estaba a punto de destituir a Rafa Benítez por los malos resultados en el torneo de la regularidad, incluida la humillante derrota ante el Barça (0-4) en Chamartín. Ahora, el Madrid está en Japón para disputar el título universal. Con el inexperto técnico francés, de 44 años, el club blanco suma 38 victorias, 11 empates y solo dos derrotas, ambas el año pasado, ante el Atlético y el Wolfsburgo. Se está acostumbrando a devorar registros. Además de los 35 encuentros sin perder sumando todas las competiciones, en Liga ningún otro entrenador ha logrado anteriormente 90 puntos en sus 35 primeros encuentros dirigidos y alcanzar un porcentaje de victorias del 80%. Además de presentar números excelentes, Zidane se ha granjeado el respeto y la admiración de una plantilla plagada de estrellas, lo más difícil de conseguir en un club de egos como el Real Madrid.
Negociaron con Caparrós
Frente al 'novato' Zidane, el América confía en hacer valer el oficio de su técnico, Ricardo la Volpe, que hace 20 años fracasó pero llegó el pasado septiembre al club azulcrema, que también negoció con Joaquín Caparrós, con el objetivo de remontar el vuelo de unas Aguilas que marchaban séptimas en su campeonato, tras perder tres partidos en su estadio. Fue un jugador mucho más modesto que Zidane, aunque se proclamó campeón del mundo en 1978 como suplente del portero argentino Ubaldo Matildo Fillol, ex del atético, en la Albiceleste de César Luis Menotti. Ha conducido a numerosos equipos en México y Argentina, así como al 'Tri' y a la selección de Costa Rica.
Cerca ya de los 65 años, La Volpe también está batiendo récords. Suma 16 sin perder después de su exitoso estreno ante el Jeonbuk surcoreano en el Mundial de Clubes (2-1). Sin embargo, el América cayo eliminado por penaltis en las semifinales de la Copa de su país contra el Guadalajara. En total, ocho triunfos y ocho empates, un éxito parcial sin precedentes en este club, comparado en su país al Real Madrid y unidos por un mito como el ariete Hugo Sánchez, que jugó en ambos clubes.
El técnico argentino recupera a dos de sus piezas básicas en el centro del campo: su compatriota Rubens Sambueza y a Álex Iborra. El punta argentino Silvio Romero, máximo artillero de su equipo y autor de los dos goles ante el Jeonbunk, es la principal amenaza. Las Águilas no temen a los astros blancos. «Tenemos la calidad suficiente para vencer». Lo dice el capitán Oribe Peralta. La Volpe coincide con Zidane en que las camisetas no ganan los partidos, pero asume que «al Madrid no se le vence sólo echándole ganas».
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