Mourinho volvió a estrellarse contra el muro de la tercera temporada

La historia parece repetirse. Los equipos de Mourinho alcanzan su pico de juego en su segunda temporada y luego se va, o vive un tercer año de calvario. Tan sólo en su primera singladura en el Chelsea, entre 2004 y 2007, el entrenador portugués de 52 años llegó a sentarse en el banquillo un cuarto curso, pero lo hizo apenas unos partidos, antes de dejar el club en setiembre "de mutuo acuerdo".

Del Real Madrid se fue en 2013, al final del tercer año, cuando le quedaban todavía tres de contrato. En el Inter de Milán y el Oporto estuvo dos temporadas, aunque a ambos los llevó a ganar una Champions League. "Mira en Google en vez de hacer preguntas estúpidas", le espetó al periodista que le preguntó qué ocurría con sus terceros años, antes de presumir de la Supercopa lograda en el Madrid o la Copa inglesa lograda con el Chelsea en sus terceros cursos.

Sin embargo, para Fabio Capello, el entrenador italiano que dirigió al Milan y al Real Madrid, "Mourinho quema a sus jugadores después de un año y medio, máximo dos". "Lo oí cuando estaba en el Madrid y ahora lo confirma en Londres", agregó.

Harry Redknapp, histórico exjugador y técnico inglés, dijo a Kicca que "quizás hay jugadores a los que no les gusta" Mourinho. "Quizás algunos de los nuevos no están contentos con la manera en que están siendo tratados, o la manera que tiene de hablarles", añadió.

Álvaro Arbeloa, el defensa del Real Madrid, habló recientemente a la revista española Jot Down del carácter de Mourinho. "Nosotros nos damos cuenta de quién es Mou un día de pretemporada. Los españoles veníamos de ser campeones del mundo y nos incorporamos en Los Ángeles. Allí jugamos un partido contra los Galaxy y en el descanso palmábamos 2-0", recordó. "¡Los gritos que soltó por esa boca! A todos, no se salvó ni uno. Aprendimos rápido quién era Mou. Tú no te imaginabas a (su predecesor Manuel) Pellegrini gritándole así a Cristiano", narró.

Un famoso reportero de la BBC, Garry Richardson, dijo que un jugador de peso del Chelsea le había dicho: "Prefiero perder que ganar por él". El propio Mourinho dijo tras la derrota ante el Leicester, el 14 de diciembre, que se sintió "traicionado" por sus jugadores.

El equipo está lejos del que ganó la Premier League y la Copa de la Liga la temporada pasada. El belga Eden Hazard y el español Cesc Fàbregas parecen ausentes, el exbarcelonista Pedro no ha cuajado y ya se sienta en el banquillo, el atacante hispanobrasileño Diego Costa no inquieta a los rivales, y la defensa comandada por el veterano John Terry ha sido un desastre.

El enfrentamiento del portugués con la médico Eva Carneiro, que se fue del club después de que Mourinho la apartara del equipo por atender a Hazard en un momento de un partido que él consideró equivocado, ha enrarecido el ambiente. Carneiro, una gibraltareña hija de español, llevó a los tribunales a Mourinho.

Los árbitros fueron blanco de sus críticas, lo que le costó una multa de 50.000 libras (77.000 dólares) y un partido de sanción.

El propietario del club, Roman Abramovich, hizo público un comunicado a principios de octubre expresando su apoyo al portugués, pero desde entonces el equipo no había mejorado. Finalmente, este jueves fue anunciada por el conjunto londinense la salida del entrenador portugués José Mourinho de "mutuo acuerdo", y a causa de los malos resultados, poco después de que la adelantaran medios británicos.