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antonio llinares
Lunes, 16 de noviembre 2015, 17:40
De Zaragoza a Nueva York han pasado algo más que 21 años. Durante este tiempo ha transcurrido la carrera de Raúl González, uno de los más grandes del fútbol español, que comenzaba su andadura el 24 de octubre de 1994 en La Romareda y que ... se despidió el domingo de la mejor manera posible, con la conquista de la liga con el Cosmos de Nueva York-su título número 22-, aunque sea de la segunda categoría norteamericana.
Ya fuese en el Santiago Bernabéu, en otros estadios míticos como el Amsterdam Arena, Saint-Denis o Hampden Park, o sobre el césped artificial de un estadio multiusos y con marcas de la líneas del fútbol americano o del béisbol en la ciudad de los rascacielos, allí estaba el legendario '7' para coleccionar un último trofeo. «El fútbol es esto. Yo empecé en campos de tierra. Me siento como un niño de barrio jugando en la calle", declaraba tras su encuentro de despedida. Otra leyenda del fútbol, Pelé, también colgó las botas en el equipo neoyorkino tras adjudicarse la liga.
El partido, al margen de la victoria del Cosmos por 3-2 ante el Ottawa Fury canadiense, fue lo de menos. Raúl y Marcos Senna -también en su despedida- pusieron la clase al encuentro e hicieron mejores a sus compañeros. Como a lo largo de su carrera, el madrileño bajó a recibir, creo espacios y siempre estuvo colocado en el lugar oportuno.
Esa etiqueta de oportunista que tanto le define la puso de manifiesto Fernando Morientes, que comentaba el partido para Canal Plus al recordar una anécdota sucedida en la final de la Liga de Campeones de 2002. La pareja de Raúl en aquel ataque del Real Madrid contó que cuando Zinedine Zidane enganchó la famosa volea de la 'novena', ambos delanteros ya habían dejado atrás a sus marcadores y estaban esperando un posible rechace del portero que al final no llegó. Un claro ejemplo de la inteligencia que mostró Raúl durante toda su carrera. Un jugador que no fue bendecido con un físico portentoso y supo reciclarse constantemente para seguir jugando hasta los 38 años.
Siempre de blanco
Desde hacía algún tiempo que no se veían ya sus famosos goles de 'cuchara' y muy poco ese beso característico a su anillo, pero Raúl quería un último baile. Deseaba regalarse una final más y fue el artífice del pase de su equipo al partido definitivo con un gol en las semifinales, el último de su carrera. El domingo jugó su vigesimotercera final, de las que ha ganado 15, repartidas entre España, Alemania, Catar y Nueva York. Por el camino quedan también 427 goles en 1.016 partidos, la gran mayoría con la camiseta blanca de su Real Madrid (323), pero también con la azul del Schalke 04 (la segunda indumentaria sí era blanca) logró 40 tantos, sumados a los 11 marcados con el Al-Sadd y los nueve con el Cosmos. Por cierto, el equipo catarí y el norteamericano también visten de blanco. Y, por supuesto, los títulos (seis Ligas españolas, tres Champions, una Copa alemana, una liga de Catar y la última liga de la NASL, la North American Soccer League, entre otros), completan el inmenso palmarés de Raúl, al que le faltó triunfar vestido de rojo, con la selección española.
Es el segundo máximo goleador de la historia del combinado nacional y jugó dos Mundiales y tres Eurocopas, pero vivió en la era en la que España no pasaba de cuartos y hubiera sido más que interesante verle coincidir con la mejor generación de la historia de la selección, entre 2008 y 2012. Por entonces aún resonaba el famoso debate de 'Raúl selección' que pedía un regreso que nunca sucedió.
Cuelga las botas un jugador que para más de uno dejó el fútbol en 2010 con su marcha del Real Madrid, donde le siguen esperando para un futuro no muy lejano. Pero después siguió triunfando en Alemania (donde le apodaron 'Señor Raúl') y ya más alejado del profesionalismo, en Catar y Nueva York. Hasta su último partido demostró su gen ganador y celebró una liga de segunda sobre hierba artificial como durante las mágicas noches en Cibeles, con la misma sonrisa y manteado -junto a Senna- por sus compañeros.
Del tiempo vivido con el hispano-brasileño sólo tiene buenas palabras. «Quién nos iba a decir que íbamos a estar aquí jugando. Él se iba a retirar en junio», aseguró. ¿Qué hará Raúl a partir de ahora? Desde el Real Madrid le han ofrecido volver, pero sólo él puede saber su destino. «Necesito tiempo para descansar. Entonces diré qué he decidido», afirmó en la rueda de prensa posterior a la final.
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