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Ignacio Tylko
Jueves, 5 de noviembre 2015, 18:57
Con 27 años, un salario de ocho millones de euros netos anuales y contrato en vigor con el Real Madrid hasta 2019, Karim Benzema se encontraba en el momento ideal de su carrera. Supuestamente, había alcanzado la madurez; le ponderan bien sus compañeros, es titular ... indiscutible para Rafa Benítez y al fin se había granjeado el apoyo mayoritario del exigente público del Santiago Bernabéu.
Pero el niño mimado de Florentino Pérez y el 'hermano pequeño' de Zinedine Zidane, técnico del Castilla y consejero del presidente del club blanco, ha puesto en riesgo su futuro tanto en el Real Madrid como en los 'Bleus', a sólo siete meses de la disputa de la Eurocopa en su país.
Tras el escándalo «Zahia», una prostituta menor de edad, del que fue declarado inocente junto a su compañero Franck Ribéry, su nueva imputación por el intento de chantaje con un vídeo sexual a su 'amigo' Mathieu Valbuena, supone un duro golpe para el jugador, su club y su país.
De momento, Didier Deschamps, seleccionador galo, ha prescindido tanto de Karim como de Valbuena para los próximos amistosos de Francia ante Alemania e Inglaterra. Pierde a su primer atacante, a su internacional con más entorchados (81) y más goles (77), y a uno de sus capitanes.
Con su carrera como internacional entre interrogantes, está por ver si su imputación puede tener también consecuencias en su vinculación con el Real Madrid, donde cumple su séptima temporada. Muy celoso de la imagen de señorío y grandeza de la que siempre ha presumido Florentino Pérez, el club blanco no se ha pronunciado aún sobre la situación del futbolista.
En el Madrid se respeta la línea de no entrar en asuntos privados y se apela en privado a la presunción de inocencia del jugador imputado, pero existe un profundo malestar por el comportamiento y las veleidades de una de sus estrellas.
Con sus actos, Karim traiciona a Florentino, quien le pidió explicaciones tras llegar el jueves por la tarde a Valdebebas, donde el francés le insistió en que es inocente. Si bien Benítez deseaba otro ariete más en verano al dudar la capacidad goleadora de Karim, el presidente se negó; no estaba dispuesto a enterrar al delantero de sus sueños.
Peleó mucho por su fichaje, por el que acabó pagando 35 millones al Olympique de Lyon, convertido entonces en la 'bestia negra' del Real Madrid en Champions. Fue la cuarta contratación en su segunda etapa en el Real Madrid, tras las de Kaká, Cristiano Ronaldo y Raúl Albiol.
Zidane también le sostuvo en sus peores momentos y puede sentirse engañado. En 2013, impactó ver a Karim irse a abrazar a 'Zizou' tras marcarle al Sevilla y romper su sequía con un doblete en el Bernabéu. Un acto efusivo de un tipo aparentemente tranquilo, nada amigo de teatralizar.
Cuando arreciaban las críticas, el adjunto de Carlo Ancelotti fue quien más le ayudó a superar su crisis goleadora y le insistió más a Florentino en que no le vendiera. Le aconseja y le protege. Casi no se conocían en Francia pero el Madrid les unió. Ahí descubrieron que tienen muchas cosas en común, más allá del fútbol y de que sus padres procedan de la Cabilia, en la misma parte de Argelia.
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