El Real Madrid ofrece mejor color

Karim Benzema, que no fue titular en el primer partido de la pretemporada ante la Roma, se reivindicó a los 20 minutos con un golazo con la derecha que ponía por delante al Real Madrid y significaba el primer gol de la era Benítez. El francés lo celebró por todo lo alto sabedor de la importancia del mismo aunque se tratara de un partido amistoso. Cuatro minutos después, Cristiano se sumó a su cita con el gol tras aprovechar un perfecto pase de Kroos. Su disparo, tras un control de lujo, lo tocó Hart pero no lo suficiente para impedir que el segundo tanto subiera al marcador.

El Madrid se sentía cómodo y con una ventaja de dos goles gracias a dos zarpazos de calidad. El Manchester City intentó recomponerse y llegó con cierto peligro a la portería de una Keylor Navas que se mostraba nervioso y algo inseguro. Pero una jugada a balón parado le permitió al Real Madrid hacer el tercer gol, obra de Pepe, que remató a placer y libre de marca el saque de esquina ejecutado por Isco. El partido parecía sentenciado, pero una mano de Sergio Ramos fuera del área en una pelea por un balón con Serling fue castigado por error como penalti y Yayá Touré no lo desaprovechó para recortar distancias justo antes del descanso.

La segunda parte comenzó con una clara ocasión del Manchester City. David Silva hizo un amago marca de la casa dentro del área, pero Marcelo evitó el gol desde el suelo. Un carrusel de cambios que descafeinaron los siguientes minutos, pero antes el Real Madrid pudo hacer el cuarto en dos ocasiones. Primero con un remate de Cristiano Ronaldo que hizo las delicias de la grada al intentar marcar tras una bicicleta y un amago a Hart, pero el balón se marchó a córner; y en el saque de esquina posterior, cuando Varane pudo marcar, pero su remate picado se marchó fuera por muy poco.

Con los menos habituales en el campo, Isco asumió los galones y de sus pies salió el cuarto del Real Madrid. Con el balón pegado a la bota y un par de quiebros, el malagueño puso la pelota en boca de gol donde Cheryshev no desaprovechó el regalo para marcar. Fue la última intervención de Isco, que fue sustituido y con su marcha se terminó el Madrid a pesar de que quedaban 10 minutos por delante, unos minutos en los que apenas hubo juego y ocasiones.