Perú repite el tercer lugar en un partido de pocas ocasiones

El partido fue abúlico en su primera mitad, en la que parecía que ambos contendientes habían firmado un pacto de no agresión, y se abrió algo más en la etapa final, cuando Perú llevó la voz cantante y Paraguay jugó a rebufo. André Carrillo, además de anotar el primer gol, fue el jugador que dio más velocidad al juego peruano, el que lanzó al equipo cuando estaba más atascado. Guerrero, con su gol, sumó cuarto y se colocó como máximo goleador de la Copa América , al lado del chileno Eduardo Vargas, a la espera de lo que pase este domingo en la final.

A pesar de la declaración de intenciones de ambos técnicos previas al encuentro, ninguno de los dos equipos puso la intensidad de los partidos anteriores, cuando aún estaba en juego la clasificación a instancias más altas. Las numerosas bajas en ambos sectores de ataques, mermados por las lesiones, tampoco favoreció el desarrollo del juego en un partido que, hasta el descanso, parecía que nadie quería disputar.

Perú inició el partido algo mejor, con algo más de dinámica que su adversario, más adelantado en la cancha y fue el primero en avisar, en un tiro a media distancia de Yordy Reyna que desvió Justo Villar a los cinco minutos. Paraguay, que sintió las bajas de su sector ofensivo, estaba errático en el pase y perdía el balón muy rápido siempre que rebasaba la línea central.

El retorno de Néstor Ortigoza tampoco fue el acicate que necesitaba el equipo paraguayo, puesto que el centrocampista, de baja desde la segunda jornada del torneo, estaba falto de ritmo de juego. El único remate paraguayo en la primera mitad fue un tiro a media distancia de Óscar Romero, a los 22 minutos, que el arquero Pedro Gallese despejó de puños. Poco después, el peruano Carlos Lobatón desperdició la mejor ocasión hasta el descanso, al lanzar por encima del travesaño un disparo desde el área grande.

La afición chilena, que casi colmó el estadio Ester Roa, dio varias muestras de su desagrado con el fútbol que se veía en la cancha y castigó la desidia de ambos equipos con una pitada monumental al descanso. Al regreso de los vestuarios, Perú se adelantó en un saque de esquina que, después de un mal rechace paraguayo, remató André Carrillo desde la media luna. El gol sacó del letargo a la selección de Perú, que pasó a asentarse en el campo adversario y a generar más ocasiones de peligro, aunque también cedió algunos espacios.

En la otra área, Paraguay a punto estuvo de igualar el marcador en un contraataque, pero el defensa Chirstian Ramos taponó el remate de Édgar 'el Pájaro' Benítez, que llegó a tocar el poste en la mejor ocasión de Paraguay. A Perú le bastó con bajar algo las revoluciones del partido para acabar haciéndose con el triunfo, que Guerrero redondeó, al final del partido, en una rápida contra de Perú en la que estableció el 2-0 definitivo, un resultado que hizo justicia a la mayor iniciativa del equipo inca.