La doble cara del fútbol chileno

La anfitriona terminó ganando el partido por 1-0, gracias al gol de Mauricio Isla, ante un combinado charrúa que terminó el encuentro con nueve jugadores tras las expulsiones de Edinson Cavani y Fabricio Fucile. La tarjeta roja que vio el delantero del PSG estuvo, además, cargada de polémica. El jugador uruguayo se enzarzó con Gonzalo Jara, y el chileno, para intentar sacar del partido a la estrella celeste, utilizó una maniobra sucia al introducir un dedo en el culo de Cavani. La respuesta del uruguayo fue una agresión que le costó la segunda amarilla y expulsión, mientras que Jara quedó impune tras su jugada antideportiva. Lo más probable es que la CONMEBOL proponga una sanción de oficio en el caso pues lo hecho por el chileno se considera una acción violenta y provocadora, por más que los árbitros no la vieran y, por tanto, no fuera reflejada en el acta.

Diego Lugano, histórico central uruguayo, amenazó en Twitter a Jara, que provocó a Cavani durante el partido metiendo el dedo donde no debía. Precisamente el defensa del Mainz es un viejo conocido de la afición celeste por sus 'artimañas'. En la fase de clasificación para el Mundial de 2014, Jara agarró por los genitales a Luis Suárez, a lo que el jugador del Barça respondió con un puñetazo. En aquella ocasión, ninguno de los dos futbolistas fue sancionado. En este caso, además del chileno, quizá Cavani, Tabárez y Fucile podrían tener una sanción superior a un partido, según el acta del partido. Los insultos del seleccionador charrúa ("cagón, la puta que te parió") podrían obligar a Tabárez a ver desde lejos los duelos de la selección, algo que también le sucede a Luis Suárez, al que aún le quedan varios partidos oficiales de sanción por el mordisco a Giorgio Chielllini en el Mundial.

Aunque la acción de Jara ha sido seguramente la más comentada del encuentro, los 90 minutos estuvieron plagados de acciones duras, rifirrafes y entradas al límite por parte de las dos selecciones. La entrada de Fusile a Alexis también fue durísima, aunque se justificara diciendo que tocó la pelota. Por ello sorprende especialmente las declaraciones de Alexis Sánchez al final del partido: «Al principio del encuentro un rival me dijo que era un cagón y luego me cosió a patadas. Al final me pidió disculpas y me dijo que eso era lo que tenía que hacer porque venía a defender su camiseta. Yo pienso que el fútbol no es así», dijo el delantero chileno al terminar el encuentro, mandando un mensaje también para el colegiado brasileño Sandro Ricci que, en principio, no volverá a dirigir en esta Copa, dada su mala actuación.

«Les gusta pelear, discutir, ir adelante con todo», se lamentó el jugador del Arsenal criticando el juego desplegado por los uruguayos, aunque perfectamente podría estar describiendo el estilo de su propia selección. Desde que Sampaoli se puso al frente de Chile, enseguida dio una vuelta más al fútbol impuesto por Marcelo Bielsa, manteniendo el movimiento constante y el juego solidario, el técnico argentino metió un plus de agresividad en la defensa chilena. Una manera de jugar muy particular que cada vez se extiende más en el continente americano y que ha llevado a los anfitriones a la semifinal de la Copa América 2015, donde no llegaba desde hace más de 15 años. Un estilo que muestra, guste o no a Aléxis Sánchez, que el fútbol también puede ser así.