Neymar sobresale entre estrellas apagadas

El brasileño de 23 años coronó una noche de gran relieve el domingo con un gol, el 44 suyo en la selección, y la asistencia para el tanto del triunfo agónico 2-1 ante Perú, tras una acción con su sello.

Pero Neymar juega en otra sintonía que el resto de sus compañeros de la Seleçao, ahora entrenados por Dunga para la lucha y el juego físico. Brasil puede padecer mucho si el crack del Barcelona tuviera un día gris.

El complicado triunfo ante Perú, que Brasil selló en el descuento, no alcanza siquiera para comenzar a soñar en cerrar las heridas por el humillante 7-1 ante Alemania en semifinales de su Mundial.

Una victoria y nada más, aunque en el código Dunga, que ha dejado el jogo bonito para otra ocasión, eso es suficiente: este es su primer triunfo oficial desde que llegó al cargo en julio pasado, tras la debacle en casa del 2014, y suma once consecutivos desde que asumió en julio pasado.

Lucha, garra, voluntad, pero el fútbol aparece solo cuando Neymar se enciende y rompe con el rígido esquema del eficiente Dunga.

«Imaginábamos que sería un debut duro, como ocurre casi siempre en los campeonatos, aún más en un torneo como éste, una Copa América contra otro equipo de calidad del continente. Pero conseguimos la victoria, que es lo más importante», dijo el capitán brasileño después del triunfo contra Perú.

Cabeza gacha

Lionel Messi volvió a deambular por el campo de juego con la cabeza gacha. Algo habitual en la Pulga cuando muestra desencanto y una muy mala señal para Argentina, que espera que el mejor futbolista del mundo prolongue en la Copa América su excelente temporada de la triple corona en el Barcelona.

El astro no jugó un mal partido ante la aguerrida selección paraguaya, pero se fue del partido contrariado cuando en la segunda mitad del partido los guaraníes pasaban como Pedro por su casa por el sector defensivo, un mal que dura 100 años en la selección argentina.

Y no conectaba con otras grandes figuras como Sergio Agüero y Angel di María, y tampoco después con Carlos Tevez y Gonzalo Higuaín que saltaron desde el banquillo.

Messi carga sobre sus espaldas con 22 años de sequía argentina y la Copa América puede ser la ocasión ideal para equilibrar las cuentas con la historia, después del grito atragantado en la final del Mundial 2014 ante Alemania.

Los otros cracks sudamericanos también quedaron en deuda en el inicio de la cita continental. James Rodríguez, figura del Real Madrid, y Radamel Falcao, del Manchester United, dejaron lugar a un futbolista menos conocido como Salomón Rondón, un venezolano que juega en el Zenit de Rusia y que descolló en el sorprendente triunfo de Venezuela ante la favorita Colombia por 1-0, en la apertura del Grupo C.

James y Falcao desaparecieron con su talento en un choque de gran rivalidad histórica que Venezuela tomó como el punto de partida para despojarse del mote de cenicienta.

Edinson Cavani, goleador del PSG, campeón del fútbol francés, tampoco dijo presente en la pálida victoria de su Uruguay ante una aguerrida y sorprendente Jamaica. Sin duda, Uruguay extrañó a Luis Suárez.

El sueño chileno

Mientras, Chile se enfrentaba este lunes a México en el Estadio Nacional de Santiago con la ilusión de lograr el billete para los cuartos de final y proyectar el sueño de lograr su primer título en la historia, y en casa.

Las expectativas aumentan porque sus figuras, el delantero Alexis Sánchez (Arsenal) y Arturo Vidal (Juventus), sin brillar, estuvieron a la altura en el triunfo del debut ante Ecuador por 2-0.

El equipo que dirige el argentino Jorge Sampaoli, un discípulo de su compatriota Marcelo Bielsa, muestra un juego frontal y de ataque que genera numerosas acciones de ataque.

«Debemos ser extremadamente agresivos y sostener la posesión, y sumarle a eso muchas más acciones de peligro, estamos intentando mejorar la convivencia con el balón», aseveró Sampaoli.

Comienza la segunda jornada del certamen y el mundo del fútbol espera que por fin las figuras levanten vuelo. Por ahora reina Neymar.