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COLPISA / AFP
Miércoles, 3 de junio 2015, 15:05
La dimisión de Joseph Blatter, que según varios medios de comunicación está siendo investigado por la justicia de Estados Unidos, dejará a la FIFA sin su presidente de los últimos 17 años, pero quedan muchos interrogantes por resolver, entre ellos, la sucesión del dirigente suizo. ... Blatter, de 79 años, de los cuales lleva casi 40 en la FIFA, renunció el martes a la presidencia, apenas cuatro días después de haber sido reelegido para un quinto mandato, acosado por la corrupción en el máximo organismo mundial.
Blatter, cuyo sucesor no será conocido antes de un congreso extraordinario previsto entre diciembre de 2015 y marzo de 2016, está en el punto de mira de la justicia y de la policía norteamericanas. Según el New York Times, Blatter «intentaba desde hace días tomar distancias respecto al escándalo», pero las autoridades «esperan obtener la cooperación de algunos de los responsables de la FIFA inculpados» por corrupción para cerrar el círculo a su alrededor.
La cadena ABC News ha informado también de una investigación del FBI sobre Blatter, citando a responsables anónimos de las fuerzas del orden, así como a fuentes próximas del dossier, aunque sin ofrecer detalles. Y este miércoles, la Interpol emitió, a petición de las autoridades estadounidenses, seis demandas de detención para una extradición, entre ellas, las de dos antiguos altos cargos de la FIFA: el trinitense Jack Warner, exvicepresidente de la institución, y el paraguayo Nicolás Leoz, exmiembro del Comité Ejecutivo.
Sacudida desde hace años por los escándalos y las sospechas de corrupción, la FIFA se ha visto sobre todo debilitada por la revelación del martes del New York Times sobre la implicación del francés Jérôme Valcke, secretario general y brazo derecho de Blatter, en una transferencia de diez millones de dólares a cuentas administradas por Jack Warner, ya inculpado por la justicia estadounidense. El ministro de Deportes sudafricano, Fikile Mbalula, defendió este miércoles la «legalidad» de esos diez millones pagados al fútbol caribeño, que la justicia de Estados Unidos considera como un soborno para conseguir la atribución del Mundial de 2010. Según Mbalula, la cantidad pagada al fútbol caribeño iba destinada a asociaciones locales y se enmarcaba en el proyecto sudafricano de convertir el Mundial de 2010 en un motivo de orgullo para África y todos los africanos, incluida la diáspora.
Tras su dimisión, Blatter ya recibió el primer desplante. Los organizadores del Mundial Sub-20 en Nueva Zelanda, una competición de la FIFA, afirmaron que no deseaban su presencia en el país, cuando estaba prevista su asistencia en la final del 20 de junio. Su marcha fue celebrada por la prensa internacional y por un buen número de responsables del fútbol mundial. El mismo martes, el presidente de la UEFA, Michel Platini, calificó su dimisión como «difícil, valiente y correcta». Su predecesor, el sueco Lennart Johansson, candidato perdedor frente a Blatter en 1998, fue más lejos: «Es extrañamente inteligente de su parte». «Es una excelente noticia», juzgó el presidente de la Federación Inglesa, Greg Dyke, mientras la prensa de su país acogía con alegría la noticia este miércoles.
«Buena noticia» también para el holandés Michael van Praag, que fue un tiempo candidato para la elección a la presidencia de la FIFA celebrada el pasado viernes, en la que Blatter obtuvo la victoria frente al príncipe jordano Ali Bin Hussein. El equipo de este último aseguró que estaba «dispuesto a tomar la presidencia de la FIFA en todo momento, si se le pide». El exinternacional brasileño Zico y el el surcoreano Chung Mong-Joon, exvicepresidente de la FIFA, reflexionan también sobre una posible candidatura.
Confianza perdida
Los europeos también tendrán algo que decir y, sobre todo, su presidente, Platini, de 59 años, que anunció el aplazamiento de una reunión de la UEFA prevista para el sábado en Berlín, donde los dirigentes de este continente debían definir sus relaciones futuras con la FIFA. «Nuevas informaciones son reveladas cada día y es más razonable tomar un poco de distancia antes de poder posicionarnos todos juntos sobre el tema», explicó el presidente del fútbol europeo en un comunicado.
Independientemente de sus nombres, los candidatos tendrán un inmenso trabajo a realizar para intentar restablecer la imagen de la riquísima organización que rige el fútbol. Varios patrocinadores de la FIFA -Coca-Cola, Adidas, Visa, McDonalds y Hyundai- coincidieron en que es «un paso en la buena dirección» para restaurar una confianza perdida.
Sin embargo, los procesos judiciales siguen abiertos y las autoridades suizas continúan investigando sobre la atribución de los Mundiales de 2018 y 2022 a Rusia y Catar, respectivamente. El pasado miércoles, en el inicio de la tormenta, la FIFA había afirmado de nuevo que estos dos Mundiales tendrán lugar en Rusia y en Catar «en las fechas previstas», pero Jack Warner y Nicolás Leoz participaron en la votación de 2010 en la que los dos países fueron designados y la presión permanece respecto al Mundial en el emirato.
El Kremlin aseguró este miércoles que continúa con los preparativos del Mundial 2018, mientras que Catar señala que no tiene nada que esconder respecto a las condiciones de atribución del Mundial de 2022. En espera de posibles decisiones, la Bolsa de Doha abrió este miércoles con una fuerte bajada (-3,2%), un día después de la dimisión del mandamás de la FIFA.
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