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alvaro vílches
Martes, 10 de marzo 2015, 12:50
En verano de 2014, Ángel di María vivía uno de los momentos más dulces, en los estrictamente deportivo, de su carrera. Ganador de la 'Champions League' y de la Copa del Rey con el Real Madrid, y finalista del Mundial con la selección argentina. 'El ... Fideo' fue además capital en los logros de sus respectivos equipos. Sin embargo, fuera de los campos de fútbol, el internacional albiceleste se debatía con el conjunto blanco por una posible renovación que nunca llegaría.
El Manchester United se hizo con los servicios de Di María a cambio de 75 millones de euros. El traspaso, que tenía un cariz casi exclusivamente económico, dio salida a uno de los artífices de la 'décima' (MVP en la final de Lisboa) para dar paso al colombiano James Rodríguez, otro de los jugadores más destacados de Brasil 2014. El argentino caía en Old Trafford en un momento de horas bajas para los red devils. Tras el fracaso de David Moyes en Manchester, Louis van Gaal se hacía con las riendas del United. Con Wayne Rooney aún como referencia, Di María venía a dar amplitud al equipo por bandas. El balance del sudamericano, al que el técnico holandés ha colocado hasta en cuatro puestos distintos, desde su llegada ha sido, de momento, discreto: cuatro goles en 26 partidos.
La imagen de la frustración se pudo ver el lunes, en la derrota de los de Van Gaal por 1-2 ante el Arsenal, en la FA Cup. El batacazo suponía además la aparente caída del United en la lucha por conquistar un título este año. Eliminados en competición europea y a 10 puntos de la cabeza en al Premier, la campaña de los 'red devils' es un fiasco para sus aficionados que esperaban más tras una enorme inversión en fichajes (200 millones de euros). En lo que respecta al argentino, se lució con una gran asistencia en el único gol de su equipo, pero, en el minuto 76, recibió una tarjeta amarilla por fingir una falta al borde del área 'gunner'; descontento con la decisión, protestó al árbitro agarrándole de la camiseta, segunda amarilla que dejaba con uno menos a los suyos. «No fue nada inteligente», explicó su entrenador minutos después del partido.
En los meses que lleva en Inglaterra, el albiceleste está sufriendo el duro periodo de adaptación que tantas veces se ha vivido en los futbolistas que van a jugar a 'las islas'. Con problemas personales después de sufrir un robo en su propia casa hace unos días, Di María tampoco encuentra su lugar en el césped. Louis van Gaal, técnico poco dado a la comprensión y muy cuestionado por utilizar multitud de sistemas e infrautilizar a jugadores como Falcao, Mata o Ander Herrera, ya ha señalado a su centrocampista tras su error en la copa británica. Ahora es el turno del argentino de mostrar esa garra, esa técnica y esa inigualable zurda que se pudo ver en la cal del Bernabéu, del estadio Da luz y en las sedes del Mundial en Brasil; el momento de que 'El Fideo' demuestre que su marcha del Real Madrid no fue un buen negocio para los 'merengues'.
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