Di Stéfano, «estable» pero muy grave

Di Stéfano, que cumplió 88 años el viernes y el 24 de diciembre de 2005 sufrió un infarto agudo de miocardio que obligó a ser sometido a un cuádruple by pass y a la implantación de un marcapasos, se encuentra por tanto entre la vida y la muerte, en coma inducido. «Sometido a sedación, intubación orotraqueal y ventilación mecánica», según se informó en el primer parte médico emitido la noche del sábado por el Servicio de Cardiología del Gregorio Marañón.

«Es una buena señal que siga estable. Todos estamos muy preocupados, pero también esperanzados», aseguró el presidente del Real Madrid,

Florentino Pérez, tras visitar de nuevo a Di Stéfano este domingo para interesarse por su delicado estado de salud que mantiene en vilo al mundo del fútbol y del deporte. «La familia está tranquila», añadió el máximo dirigente del club con el que Di Stéfano conquistó las cinco primeras Copas de Europa de la historia. Florentino, quien nombró a Di Stéfano presidente honorífico del Real Madrid en el año 2000, expresó su deseo de que «la estabilidad sea positiva».

El comunicado médico del sábado ya desvelaba que «el paciente presenta una situación clínica y hemodinámica estable dentro de la gravedad». El mismo estado que 15 horas después, desde que se hizo público el primer parte al filo de las diez de la noche, hasta que se emitió el segundo a las 13.00 horas de este domingo. Consideradas clave las siguientes 48 horas al infarto que le sobrevino en torno a las cinco de la tarde del sábado, el hospital aseguró que a lo largo de la jornada no habría más noticias y habría que esperar a este lunes, «salvo que hubiera novedades importantes» en su estado.

Con la seguridad de que el corazón de Di Stéfano ya no podrá recuperarse como consecuencia del nuevo y severo ataque, de los antecedentes y de la avanzada edad de uno de los mejores futbolistas de todos los tiempos, una de las mayores preocupaciones de los médicos y la familia son los posibles daños neurológicos, a causa de los casi veinte minutos que el cerebro pudo estar sin oxígeno. Por ello, los doctores indujeron al coma a Di Stéfano, con el fin de evitar esfuerzos innecesarios a su corazón y a las células neuronales. Porque lo fundamental es que mientras lucha por salvar su vida, no padezca sufrimiento.