Guardiola, heredero de un 7-0, encaja un 0-5

De la misma manera que el equipo germano arrolló al Barcelona en el Allianz Arena (4-0 en la ida) y en el Camp Nou (0-3), el Real Madrid, después de haber tenido en el Bernabéu la posibilidad de marcar más de un gol, ya que perdonaron Cristiano y Di María, le dio un repaso de consideración al Bayern en el que hasta ahora era el auténtico terreno maldito de los blancos: Múnich.

Juego horrible bávaro

El Bayern no se despidió de la Champions jugando y maravillando como el Barcelona de Guardiola, cuyo fútbol, jalonado de títulos, fue elogiado por todo el planeta, sino defendiendo tan mal como el conjunto azulgrana, retratado a balón parado y desbordado ante los contragolpes del Madrid. Frente a la solidez y contundencia de Pepe y Sergio Ramos en el centro de la zaga, la falta de concentración y debilidad de Boateng y Dante, y con Guardiola totalmente superado tácticamente por Ancelotti.

Y mientras el Madrid ya ganaba a la media hora por 0-2, Guardiola se paseaba por la zona técnica del Allianz Arena cabizbajo y con la mirada perdida en el suelo, con las manos en los bolsillos. Quiso frenar la hemorragia al sustituir a Mandzukic por Javi Martínez. El Bayern tardó en lanzar un disparo entre los tres palos nada menos que una hora. El caso es que Guardiola, aunque también sea finalista de Copa, ya está en la cuerda floja después de que el Bayern firmase la pasada temporada un triplete histórico con Heynckes, el técnico blanco de la séptima.

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