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Sólo unos días después de haber recibido una nominación al Balón de Oro, Alex Morgan anunció que está embarazada. Una noticia bomba en Estados Unidos y en el fútbol femenino mundial. Morgan es más que una futbolista, dado que, hasta la irrupción de Megan Rapinoe, era la estrella más mediática del balompié femenino ... ya que incluso en el año 2016 se convirtió en la primera mujer en ser la portada del videojuego FIFA, en su versión de EA Sports en EE UU.
La futbolista del Orlando Pride desveló a través de sus cuentas sociales que está esperando su primer bebé, que nacerá en abril de 2020. «Ya estamos enamorados de ella y todavía no la hemos conocido. La nueva miembro de la familia, pronto llegará», escribió Alex Morgan, ilustrando el anuncio con varias fotografías de ella y su marido, el también futbolista Servando Carrasco, estadounidense de origen mexicano y ahora mismo en Los Angeles Galaxy.
El embarazo ha sido planificado por Morgan, entre el Mundial y Juegos Olímpicos tras finalizar la campaña, que cierra así un 2019 espectacular. Ganó la Copa del Mundo en Francia (la segunda tras la de 2015), fue Bota de Plata del torneo galo con cinco goles tras su amiga Rapinoe -con la que comparte proyectos solidarios- que la dejó segunda también en el premio The Best a la Jugadora 2019, formó parte del mejor once de la FIFA elegido por el sindicato de futbolistas FIFPro y se llevó el premio ESPY de ESPN a la 'Deportista Femenina del Año'.
En esa gala, durante su discurso en el que recordó que «las mujeres somos más que sólo atletas», demostró que no tiene problema en ser portavoz del movimiento feminista. Ya tras el Mundial de 2015 firmó una demanda contra la Federación de Fútbol de EE UU (US Soccer) por la discriminación salarial y apoyó la idea de no acudir al encuentro con Donald Trump en la Casa Blanca debido a las políticas del actual presidente estadounidense.
Por eso su embarazo, en lo más alto de su carrera profesional a sus 30 años -es también un icono publicitario para las grandes marcas por su tirón en redes sociales y al haber sido portada de 'Sports Illustrated-, es también un mensaje para otras futbolistas, que suelen esperar a retirarse para formar una familia. Su compañera Sydney Leroux volvió a disputar hace unos días un partido oficial tres meses después de dar a luz a su segundo vástago el 28 de junio y reincoporarse al inicio de agosto.
Morgan, cuatro años mejor futbolista de la Concacaf y varias veces futbolista del año en Estados Unidos, baraja los mismos plazos que Leroux -el nacimiento sería tres meses antes de los Juegos Olímpicos- y considera que también podrá entrenar durante los primeros cinco meses y le dará tiempo, con la temporada finalizada en el Orlando Pride, a recuperarse para Tokio, donde aspira a repetir el oro de 2012 en Londres.
La delantera, que en su paso por el Lyon en 2017 logró el triplete -Champions, liga francesa y Copa de Francia-, sabe que Estados Unidos es la principal favorita para ganar el oro olímpico y quiere estar allí, algo posible posible según el acuerdo actual con la US Soccer que concede a las internacionales embarazadas el derecho a volver a la lista de jugadoras nacionales durante los primeros tres meses tras su baja de maternidad, en la que reciben la mitad de su salario.
Así, pueden trabajar con el resto del equipo para ganarse un puesto en las convocatorias. Por otro lado, el acuerdo con la Federación norteamericana también establece que las mujeres perciban la mitad de su salario durante su baja de maternidad.
Eso sí, las que no son internacionales no tienen tanto derechos ya que en la femenina americana, la National Women's Soccer League (NWSL), no existe un acuerdo específico para los casos de maternidad, y la forma en la que se gestiona depende de cada club y futbolista. Es cierto que deben cumplir con los contratos de sus futbolistas (se les mantiene el puesto en base a una normativa existente de 1993 que garantiza 12 semanas de baja), pero no están obligados a renovar los acuerdos si éstos terminan durante el periodo de baja.
En cualquier caso, sus derechos son superiores a los de las futbolistas de la Primera Iberdrola en España, que están negociando un convenio colectivo sin mucho éxito al punto que se ha anunciado huelga para el fin de semana del 2 y 3 o del 16 y 17 de noviembre, en la octava o novena jornadas del campeonato.
La maternidad es un tema tabú aunque Osasuna ha mostrado su apoyo a Maider Irisarri, de 31 años, el desde que anunció que estaba embarazada de Diego Prendes, entrenador de cantera rojillo. «El club se ha portado muy bien conmigo y mi familia, estoy agradecida. Sin embargo,en este tema existe un gran desconocimiento tanto en el trabajo a realizar durante el embarazo como en la recuperación posterior. Es por ello que se necesita un convenio YA, con un protocolo claro y definido a seguir que regule, ordene y ayude a cualquier jugadora en el proceso de maternidad y que permita recuperarse de forma segura».
El anuncio de Morgan llegó horas antes de que la FIFA anunciara en Shanghai que duplicará su presupuesto para el fútbol femenino e invertirá 1.000 millones de dólares durante los próximos cuatro años. Las niñas que sueñen con ser la siguiente Alex Morgan, que tiene una licenciatura en Economía Política y ha escrito una serie de libros para jóvenes llamada 'The Kicks', ya saben que pueden ser futbolistas y también madre. «Trabajo externamente con una especialista que me está ayudando en mi recuperación para estar preparada y volver cuanto antes a trabajar con el grupo, sin correr ningún riesgo de lesión y buscando recuperar e incluso mejorar mi rendimiento previo al embarazo. El fútbol femenino no tiene techo y va a seguir creciendo, es cuestión de tiempo, pese a quien le pese», explica la futbolista navarra, también docente, en sus redes sociales.
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