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El paso de Olga Carmona (Sevilla, 2000) por el Mundial ha sido una auténtica montaña rusa de emociones. Titular en los tres partidos de la fase de grupos, la lateral zurda del Real Madrid perdió el puesto en mitad del naufragio contra Japón. Cambiada al ... descanso, fue una de las damnificadas por el varapalo y la posterior revolución de Jorge Vilda para la fase eliminatoria del torneo.
La sevillana fue relegada al banquillo en las victorias frente a Suiza en octavos y Países Bajos en cuartos y ese era el rol al que estaba destinada en la semifinal ante Suecia si no hubiera sido por la sanción a Oihane Hernández por acumulación de amarillas. Esa ausencia le dio la oportunidad y no la dejó pasar. Fue una de las mejores de España, con profundidad por la banda izquierda, desborde y capacidad para armar el disparo desde posiciones cercanas al área sueca. Se ganó así un puesto en el once de la final.
Su papel ya era muy destacable cuando el duelo caminaba hacia la prórroga tras el empate 'in extremis' de Rebeca Blomqvist. España ya asumía un tiempo extra impredecible después del mazazo de haber tenido la final en sus manos y dejarla escapar, pero una jugadora se iba a rebelar ante el cruel destino, precisamente aquella que no estaba llamada a disputar la semifinal. Con el balón franco para su disparo de zurda, justo desde la línea de cal que delimita el área, Olga Carmona golpeó con el alma y el disparo, centrado pero ajustado al larguero, se coló en la portería nórdica tras besar la madera y superar la estirada de Musovic.
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«Me han dicho que me van a hacer un monumento», decía poco después entre risas la heroína española, todavía con las pulsaciones disparadas por la emoción. «Nunca había vivido algo así en el fútbol. Locura, la verdad. Me he ido hacia el banquillo y todas las compañeras se han echado encima. Casi me quedo sin respiración pero me da igual, un momento increíble; no lo voy a olvidar nunca», recordaba respecto a ese instante que ya forma parte de su historia personal, pero también de la del fútbol femenino en España.
Lejos de conformarse con lo logrado, Olga Carmona volvió a exhibir su zurda en la gran final contra Inglaterra. La andaluza agradeció el gran pase de Mariona Caldentey con otro disparo seco con su gran pierza izquierda. Esta vez raso, ajustado al palo, para hacer estéril la estirada de la portera inglesa, Mary Earps. Otra diana la historia, como aquella de Andrés Iniesta en Sudáfrica hace ya más de trece años. El tanto que vale un Mundial.
«Va para la madre de una de mis mejores amigas que ha fallecido recientemente. Lo he celebrado con una camiseta. Se lo dedico a toda la familia con todo el amor», explicó tras el partido. Hasta en eso emuló a Iniesta, que se acordó del fallecido Dani Jarque en el momento cumbre de su carrera.
De nuevo apenas unos segundos. Suficientes para seguir engrandeciendo la leyenda de una futbolista que a base de goles decisivos se ha hecho un hueco en el recuerdo de este inolvidable invierno oceánico, verano de alegrías futbolísticas en España. La coronación de una trayectoria todavía corta pero que es ejemplo de pasión y dedicación. Y es que a sus 23 años Olga Carmona ya goza del estatus de jugadora importante en el Real Madrid y la selección.
Capitana blanca en la actualidad, su carrera tiene también sello sevillano y sevillista. Apasionada del flamenco casi tanto como del fútbol, dio sus primeras patadas al balón en pleno barrio de Nervión, cuna del Sevilla, en la Agrupación Deportiva Polideportivo Sevilla Este. De allí, después de jugar muchas veces con niños ante la falta de equipos femeninos, dio el salto natural al club del Sánchez Pizjuán.
Un ascenso a la máxima categoría en 2017, cuando aún era una adolescente pero muy importante en el equipo, y tres temporadas de consolidación en la elite le abrieron las puertas del Real Madrid en 2020. La sección de fútbol femenino de la entidad de Chamartín echaba a andar y ella, madridista desde la infancia, no se lo pensó dos veces e hizo las maletas a pesar de tener que alejarse de su madre, con la que mantiene un vínculo emocional muy importante.
En el Madrid se convirtió en un pilar del actual subcampeón de Liga y también derribó las puertas de la selección española tras pasar por las categorías inferiores. Con La Roja debutó en abril de 2022 y disputó la Eurocopa de Inglaterra, en la que fue indiscutible. Este Mundial de Australia y Nueva Zelanda es su segundo gran torneo con España. Comenzó por todo lo alto, luego cayó y finalmente se ha levantado para hacer historia.
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