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España está en octavos de final del Mundial de Francia, ha hecho historia pero Jorge Vilda sigue sin dar con la tecla. El seleccionador español, al que siempre se le había 'acusado' de ser inmovilista y tardar mucho en hacer los cambios durante los ... partidos, está demostrando en esta cita mundialista que ha aprendido la lección, pero todavía no ha encontrado el equipo ideal. En los tres partidos que ha disputado la selección española en suelo francés, ha presentado tres alineaciones diferentes, ha probado varios sistemas, ha utilizado 19 de las 23 futbolistas convocadas y ha demostrado que quiere jugar muy ofensivo, aunque con falta de acierto de cara al gol. «Nos gusta tratar bien el balón, tocar en campo contrario y crear ocasiones de gol con medios asociativos», ha defendido siempre Jorge Vilda cuando se le preguntaba por cómo jugaba la selección. «Somos un equipo al que nos gusta atacar, pero si toca defender lo hacemos todas juntas», insistía.
Jennifer hermoso
En el Mundial ha sido fiel a ese estilo y en todos los partidos, incluido el de Alemania, España siempre fue superior a su rival en la posesión. Ante Sudáfrica fue el caso más llamativo con un 72 por ciento español. En el segundo partido, pese a la derrota, España tuvo el 59 por ciento de la posesión del balón y ante China, en el último partido, la superioridad fue mayor (61 por ciento). Así defendía Jennifer Hermoso este estilo tan característico que le ha llevado a la selección a hacer historia: «El estilo de España muy pocas selecciones lo tienen: toque, toque y toque». «Estamos dominando y superando a los rivales», afirmaba Vilda con cierto orgullo antes de reconocer que «hay que tener calma y tranquilidad porque estamos haciendo todo lo posible para que lleguen los goles».
Aunque un Mundial no suele ser el mejor banco de pruebas, Vilda ha demostrado hacer lo imposible en la búsqueda del equipo ideal. En los tres partidos disputados ha alineado tres onces titulares diferentes. En el primer partido, la primera victoria de España en un Mundial, el seleccionador apostó por un once esperado y 'fácil' de acertar. En el descanso ante Sudáfrica rectificó y apostó por la juventud, la velocidad y la verticalidad de Lucía García, Nahikari García y Aitana Bonmatí. El partido cambió y terminó con triunfo para las españolas, que perdían 0-1 al descanso. En el segundo partido ante Alemania, Vilda dio la titularidad a Nahikari (por Amanda Sampedro) y a Vicky Losada (por Silvia Meseguer). Ya ante China, Jorge Vilda volvió a sorprender haciendo tres cambios con respecto al choque anterior dejando en el banquillo a Alexia Putellas, Marta Torrejón y Silvia Meseguer y metió en el cuadro titular a Leila Ouahabi, Patri Guijarro y Lucía García. Una declaración de intenciones de que quería una equipo ofensivo que buscara la victoria. Pero faltó el gol.
Y si ha cambiado las alineaciones, también los sistemas. Utilizó un 4-3-2-1 ante Sudáfrica para transformarlo durante el partido en un 4-1-3-2 y ante Alemania comenzó con un 4-3-3 para terminar con un 4-2-1-3. Ante China, plantó el once más ofensivo que se recuerda desde que Vilda se hizo cargo del equipo en septiembre de 2015 con un 4-2-3-1 y terminar el partido con 4-1-3-2, con dos extremos en cada lado, una mediapunta y dos delanteras. «Es muy positivo que sepamos jugar a diferentes estilos», reconocía Nahikari tras el duelo ante China que cerraba la fase de grupos. «Que las jugadoras diferenciemos cuándo tenemos que darle más ritmo o más calma al partido», señaló sobre lo que les pide el seleccionador desde el banquillo y cuando hace los cambios.
Nahikari García
En sólo tres partidos, España ha utilizado a 19 de las 23 futbolistas que ha llevado a Francia. Salvo dos porteras, Lola Gallardo y Sun Quiñones, y dos centrales, Ivana Andrés y Andrea Pereira, todas han disputado minutos en el Mundial. Y tienen complicado jugar, porque Sandra Paños parece fija -salvo lesión- en la portería y en el centro de la zaga Mapi León e Irene Paredes, la única futbolista española que ha disputado todos los minutos de los seis partidos mundialistas que ha jugado España (tres en Canadá 2015 y tres en Francia 2019), es una pieza clave. Jorge Vilda ha demostrado que la convocatoria está formada por jugadoras que le dan muchos recursos para su estilo de juego y no ha dudado en darles entrada cuando lo ha considerado oportuno. «Nos gusta hacer presión alta, recuperar el balón en campo contrario y salir rápido buscando la portería contraria», avisaba el seleccionador antes de viajar a Francia. Y lo ha demostrado refrescando al equipo cada vez que lo ha necesitado y logrando, a su vez, que casi todas las futbolistas estén metidas en el campeonato.
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