La lucha se reduce a 16 equipos

Resiste con suficiencia la selección de Estados Unidos, defensora del título y favorita en su cruce contra España; se posicionan otras candidatas, como la anfitriona Francia, Alemania o Inglaterra; mientras emergen con fuerza combinados como los de Italia u Holanda.

Desde la segunda fila, los 'tapados' están llamados a sorprender a muchos.

Bucear en la historia del fútbol femenino permite considerar como una gran potencia a la selección de Alemania. Es dos veces campeona del mundo (2003 y 2007) y ocho de Europa. El palmarés pesa en un equipo en reconstrucción, que salvó la fase de grupos con pleno de victorias aunque sin demasiadas florituras.

Dos triunfos por la mínima ante los combinados de China y España y una goleada final ante Sudáfrica (4-0) le regalaron un cruce favorable ante la escuadra de Nigeria, clasificada con solo 3 puntos como una de las mejores terceras.

Alemania inicia la fase eliminatoria sin su principal estrella. Dzsenifer Marozsan se fracturó un dedo del pie derecho en su primer partido del Mundial. Fue víctima de la dureza china. Su baja mengua significativamente el poderío germano.

Un cruce entre dos segundos. Noruega debió aceptar la jerarquía de la anfitriona en el Grupo A, mientras que Australia se repuso a la caída en su primer envite ante la selección italiana (1-2).

Remontó dos goles en contra ante Brasil (3-2) y disfrutó con cuatro goles de Sam Kerr ante Jamaica (4-1) para asegurarse la segunda plaza en el reñido Grupo C. Tres selecciones -Italia, Australia y Brasil- terminaron con 6 puntos.

Los mismos sumó Noruega. Enseñó sus credenciales y espera la recuperación de su jugadora más determinante, Caroline Graham Hansen, quien la próxima temporada desembarcará en el Barcelona.

La extremo nórdica sufrió un golpe en un tobillo. El técnico Martin Sjögren confía en que llegue a tiempo. El potencial ofensivo de Noruega se multiplica con ella en el frente.

El sueño de las Lionesses es también el de Phil Neville. Su emoción está resultando contagiosa para un equipo decidido a alcanzar grandes cotas. Inglaterra salvó, atendiendo al coeficiente de las selecciones, uno de los grupos más difíciles del Mundial con 9 puntos. Venció a Escocia (2-1), Argentina (1-0) y Japón (2-0) y divisa un enfrentamiento accesible en los octavos, ante Camerún.

Para el hipotético cruce de cuartos de final, ante Noruega o Australia, sería también favorito. Se espera, por tanto, la presencia de las Lionesses en semifinales. Del Mundial de Canadá 2015, no en vano, se llevaron el bronce.

La anfitriona proseguirá su marcha en Le Havre, en un duelo con historia. Las brasileñas Formiga y Marta vienen de escribir su nombre en el anecdotario del torneo.

La primera, como la futbolista con más edad -41 años- en jugar un Mundial -ya lleva 7-. La segunda, porque sus 17 goles suponen un récord absoluto, entre mujeres y hombres.

Francia, sin embargo, no teme el poder de la Canarinha. Las 'bleues' tienen como objetivo disputar la final del 7 de julio en Lyon. Ahora afrontan sin margen la fase eliminatoria para tratar de conseguir lo que solo Alemania consiguió: ganar como anfitriona.

Tiene un precedente, en el equipo masculino. El combinado galo triunfó como local, en 1998. Corinne Diacre confía en recuperar la fórmula, aunque el camino viene cargado de obstáculos. Si supera a la escuadra brasileña se encontrará, presumiblemente, con el conjunto de Estados Unidos.

El pulso entre España y Estados Unidos será una batalla entre un equipo en crecimiento y un gran campeón. Y es que, mientras La Roja se estrena en los octavos de final de un Campeonato del Mundo absoluto, el conjunto norteamericano presume de historial. Ganó en 1991, 1999 y 2015. En Francia va a por todo.

Lo demostró con una fase de grupos intachable, con 9 puntos de 9 posibles. Sus números asustan: 18 goles a favor, ninguno en contra.

Las pupilas de Jill Ellis acreditan una media de 6 goles por partido, aupadas por la mayor goleada en la historia del torneo, el 13-0 ante Tailandia en su puesta de largo en Francia.

La selección española se pregunta si su creciente nivel le bastará para discutir el reinado de Alex Morgan, Megan Rapinoe, Carli Lloyd y compañía. Desde categorías inferiores, no obstante, Patri Guijarro, Lucía García, Aitana Bonmatí y Andrea Falcón adelantan la futura grandeza del fútbol femenino español.

El envite les llega, quizás, algo pronto.

Un duelo sin un claro favorito albergará el parisino Parque de los Príncipes la noche del 24 de junio. Suecia y Canadá tratarán de alargar su recorrido en el Mundial después de haber completado la fase de grupos de manera similar. Una derrota para cada una.

La selección de Suecia cedió ante la defensora del título, Estados Unidos, por 2-0. Canadá cayó ante Holanda, la vigente campeona europea, por 2-1. Los seis puntos obtenidos en tres fechas les reportan un envite parejo y una perspectiva halagüeña. Por su lado del cuadro no hay un claro favorito.

Veinte años llevaba la 'azzurra' sin comparecer en Mundiales y desde 1991 no superaba la fase de grupos. Nunca lo había hecho como líder de su grupo, pero su suerte está cambiando en Francia. La escuadra italiana arrebató a Australia y Brasil la primera plaza.

Desde ese lugar divisa un horizonte optimista. Buscará los cuartos de final en detrimento de la escuadra de China, tercera clasificada del Grupo B. Ni uno ni otro aparecían apriori entre los ocho candidatos a estar en la antepenúltima ronda, pero alguno merecerá un lugar ahí. Montpellier verá triunfar a uno.

Las vigentes campeonas de Europa y de Asia cerrarán el programa de los octavos de final el martes 25, en Rennes.

Las Nadeshiko, campeonas del mundo en 2011 y subcampeonas en 2015, se presentan en la primera fase eliminatoria como segundas clasificadas del Grupo D, tras Inglaterra.

Las holandesas llegan algo más lanzadas, tras haber encabezado el Grupo E con triunfos ante Nueva Zelanda, Camerún y Canadá. Ya han igualado la actuación de Canadá 2015, pero Shanice Van de Sanden, Vivianne Miedema y Lieke Martens quieren llegar más lejos.