España paga su falta de puntería

En su debut en el campeonato ante la selección de Sudáfrica, las futbolistas dirigidas por Jorge Vilda dispararon hasta 25 veces, incluida una docena de remates entre los tres palos, por cuatro intentos de su rival, con dos de ellos al arco. Ante semejante comparativa, cabría pensar que se trató de una victoria sencilla, sin embargo, nada más lejos de la realidad. Las subcampeonas del continente africano se adelantaron en el marcador y España tuvo que esperar hasta el minuto 69 para igualar el marcador a través de un penalti transformado por Jennifer Hermoso, la jugadora española más peligrosa en el torneo, con un total de ocho disparos, cinco de ellos a puerta. La futbolista del Atlético de Madrid también se encargó de adelantar a la selección española, de nuevo desde el punto fatídico, y sólo con la ventaja las españolas se liberaron de la ansiedad para poner la guinda del 3-1 con un tanto de Laura García, que hasta ahora es el único en juego para España en el campeonato.

El miércoles, con una bicampeona mundial enfrente, llegaba el gran test para calibrar la evolución de un fútbol español que hace años sólo podía admirar desde una distancia sideral el nivel inalcanzable de las germanas. La historia ha cambiado radicalmente y ahora, España compite de tú a tú ante Alemania. Así lo demostró sobre el césped del Stade du Hainault de Valenciennes, donde la selección española disparó hasta 16 veces, por los 15 intentos de su rival. La diferencia: los dos remates entre los tres palos de la puerta alemana por los ocho de su rival al arco defendido por Sandra Paños y evidentemente, el gol de Däbritz tras una falta de entendimiento entre Marta Torrejón y Paños que acabó por desnivelar el duelo.

«Es un día para estar orgullosas del trabajo que hemos hecho. Hemos demostrado que podemos competir contra cualquier selección, hemos sido superiores en algunos tramos del partido y sólo nos ha faltado el gol», analizó tras el partido la delantera española Nahikari García, en cuyas botas estuvo la ocasión más clara para España. «Hemos estado bien, muy bien diría yo. Hemos hecho todo para merecer el gol, pero al final no se trata de merecer, sino de meterlo. Hemos fallado en las dos áreas y eso se paga caro», señaló gráficamente Irene Paredes.

Lo cierto es que España es la selección que más remata a puerta de todo el campeonato, ya que acumula hasta un total de 41 intentos para el escaso botín de un gol en jugada y dos más desde los once metros. Una de las últimas jugadas del partido ante Alemania, en una acción en la que Laura García le gana la partida en velocidad a su rival para plantarse en el área con buena posición de remate pero acaba eligiendo el pase a una compañera, es el fiel reflejo de una selección que está destacando en el torneo por su buen fútbol y por su verticalidad, pero a la que por ahora le falta el instinto asesino para convertirse en una candidata a todo.

«Vamos a aprender. Es una derrota que refuerza. Si se puede perder contra Alemania, esta es la manera, pero esto va de quién marca más goles, y ha sido Alemania», reflexionó Vilda, que coincide con sus jugadoras en un diagnóstico prácticamente unánime: a España, que ya ha dado el gran paso de plantear partidos de tú a tú, con una propuesta ofensiva y ambiciosa, ante las grandes potencias mundiales, sólo le falta el gol. Ante China y el próximo lunes, una nueva oportunidad para hallarlo.