El EDF Logroño vuelve a casa

«Nos enfrentamos a un equipo que, teóricamente, tenemos muy cerca», aseguraba el entrenador de Tarazona en la previa al encuentro de esta tarde. Cuatro puestos separan al EDF Logroño de su rival de hoy. El conjunto madrileño llega al último encuentro de la primera vuelta en la duodécima posición después de caer, por goleada, ante el Barcelona (7-0). Este resultado rompió la buena racha de un Rayo Vallecano que llevaba seis jornadas invicto. Las riojanas deberán batir a la meta vallecana, Larqué y a la ariete Bulatovic, la pichichi del equipo.

A pesar de las diferencias en la clasificación, ambos clubes comparten unas estadísticas goleadoras muy similares. Con los mismos tantos a favor, 12 goles cada uno, el EDF Logroño suma un total de 25 en contra, uno menos que el Rayo.

Por su parte, el bloque local acumula, con esta jornada, tres partidos consecutivos enfrentándose a un equipo de la capital. Por lo menos en el papel, ya que el último choque que las iba a medir contra el Real Madrid tuvo que ser aplazado, instantes antes a su celebración, por un contacto estrecho de un miembro de la expedición riojana con un enfermo por COVID-19 que posteriormente resultó negativo.

La convocatoria de Javier Moncayo vuelve a ser una duda. Aunque no se esperan grandes cambios en la zaga logroñesa, con Inés y Cazalla al mando. Los nombres en la medular puede que varíen después de la llegada de la centrocampista finlandesa, Linda Nyman, ex jugadora del Inter de Milán. Lo mismo ocurre en la delantera: Jade lleva tres semanas fuera de la lista del técnico de Tarazona y no hay noticias de Asantewaa desde el descanso de Navidad. Sin ellas, el entrenador tendrá que poner como titulares a Elloh e Ida para capitanear el ataque riojano.

El EDF Logroño vuelve a casa después de más de cincuenta días donde la situación epidemiológica de la región no ha hecho más que empeorar. Consecuencia de ello, y hasta el 23 de febrero por lo menos, las gradas del Municipal estarán vacías de aficionados del bloque riojano. Una afición que animará desde la distancia a sus jugadoras esperando que el equipo se haga con una nueva victoria, la primera en Las Gaunas.